Con $232 mil millones en deudas y
8 millones de manos extendidas se iniciará un nuevo período de gestión
bolivariana mientras 47 sectores laborales en conflicto van por sus
reivindicaciones. Por Francisco Olivares
Siguiendo los consejos de Fidel
Castro el presidente Hugo Chávez ha llegado a la conclusión de que "no se
puede estar regalando todo, hay que cuidar la sustentabilidad" así lo
expresó a sus ministros el pasado 26 de octubre durante un Consejo de Ministros
en el que contradictoriamente se asignaban nuevos recursos para sostener la red
de Mercal y otros programas emblemáticos de la revolución.
Pasado el proceso electoral, el
Gobierno iniciará un nuevo período con una deuda que remonta a 232.589 millones
de dólares (BAV-MPPF) y 8 millones de venezolanos con las manos extendidas que
esperan que se les cumpla todo lo ofrecido en los meses de campaña.
El asunto sin embargo es de dónde
sacar el dinero con recursos cada vez más reducidos, y al mismo tiempo llevar
adelante el Plan Socialista 2013-2019 que se sostiene a base de los dólares del
petróleo, con un presupuesto deficitario y luego de un año electoral en el que
prácticamente el Gobierno ha echado la casa por la ventana.
Sectores laborales con contratos
vencidos, desempleo, damnificados a la espera de viviendas, beneficiarios de
misiones, consejos comunales y regiones aplazaron sus aspiraciones a la espera
de la reelección del presidente Chávez. Durante la campaña el
candidato-presidente pidió paciencia, ofreció mejorar la eficiencia de la
gestión y hasta dio su palabra a sectores laborales como los de Guayana, que en
medio de la campaña presionaron para que se reconocieran sus convenciones vencidas,
para atenderlos luego de las elecciones.
Hasta en algunos refugios de
damnificados, las pancartas alusivas al "Corazón de la Patria" han
sido sustituidas por la llamada "hora cero" en la que se indica que
han esperados dos años para ser reubicados y advierten que el plazo ha de
terminar para lanzarse a las protestas.
La ineficiencia gerencial,
reconocida por Hugo Chávez, que se suma a una política de controles y
expropiaciones que ha deteriorado el aparato productivo del país, conspiran
contra las ambiciones de una amplia población que aspira a ser retribuida y el
deseo del Gobierno de implantar un sistema de comunas que tiene su fundamento
el gasto público.
La deuda pública está en 93.589
millones de dólares, el fondo chino llegó a 32.000 millones de dólares y la
deuda de PDVSA es de 43.000 millones de dólares. A ellos se agregan pagos
pendientes de pensiones de 14. 000 millones de dólares, las demandas
internacionales que alcanzan a 50 mil millones de dólares.
Ese es el escenario que se vislumbra
en el 2013 y que Moisés Naím bien definió como: "Lo que Chávez hereda de
Chávez".
De dónde sacar recursos
El economista José Guerra señala
que Hugo Chávez al haber ganado la elección presidencial con 55% de los votos,
va a interpretar eso como una mandato para seguir adelante con el proyecto
socialista, estatista, tal como lo hemos venido conociendo.
Hay indicios de que se van a
incrementar las expropiaciones. Se trata de incrementar el área del Estado en
la economía, que es una política para quitarle espacio al sector privado. La
cuestión es cuáles son esos sectores en los que el Gobierno va a afincarse.
Hasta ahora, explica Guerra, ha
sido muy duro contra el sector agro alimentario. En el caso de la producción
manufacturera, las han atacado, ya no con las expropiaciones masivas, sino con
los controles, como el control de cambio, guías de movilización, ley de costos
y precios justos etc. En materia de expropiaciones no han sido tan radicales
como en el sector primario agroalimentario.
Entonces la pregunta es si el
Gobierno va a dar un paso adelante en esa área y si se va a meter con la
industria manufacturera.
Allí se presenta un serio
problema, precisa el economista, es que en las industrias donde han expropiado
no les ha ido bien. Entonces corren el riesgo que si se lanzan por la
plataforma de más expropiaciones se crea un problema serio porque van a tener
que buscar más importaciones tal como ha corrido en el sector primario de
alimentos, y consecuentemente tener que también importar. "No me queda
duda de que ellos van a acentuar el modelo estatista. Aquí no hay propiedad
social, eso no existe. Todo es propiedad del Estado".
Record de gastos
En 2012 el Gobierno rompió el
record histórico del gasto público en Venezuela. Se calcula que ha podido
llegar hasta 50% del PIB: "esta es una cifra muy grande porque Chávez lo
consiguió en 26 % cuando asumió el poder" sostiene el economista José
Guerra. El problema de este gasto es que no hay cómo financiarlo, entonces el
Gobierno debe recurrir a la deuda.
El dilema entonces para el
Gobierno es que si baja el gasto puede producir una recesión en la economía, que
sería el escenario más probable.
Afirma el especialista que no
cree que no se puede gastar más de lo que se gasta ahora. Entonces tratarán de
mantener el mismo nivel de gasto. Pero eso implica un esfuerzo en términos de
financiamiento y eso podría llevar a una situación de mayor presión sobre el
Banco Central y sobre el marcado financiero interno para financiar ese nivel de
gasto.
Explica Guerra que este gasto se
asienta en dos fuentes. Sobre el Banco Central, porque se ha convertido en el
financista del déficit fiscal. Y sobre el mercado financiero porque, como hay
control de cambio, los bolívares están atrapados en una especie de corralito
monetario, porque los bolívares no salen del sistema por el control de cambio.
Si el cambio fuera libre la gente no tuviera bolívares sino dólares, pero no
puede cambiar bolívares por dólar. El Gobierno se aprovecha, de ese amarre que
puso y comienza a emitir unos bonos que los compra la banca, y la banca a su
vez compra esos bonos con los depósitos del público. Entonces la liquidez está
allí. El Gobierno tiene esas dos fuentes: BCV y la liquidez del público para
financiarse con el corralito monetario que hay en el país. Este mecanismo desde
luego va a significar que la deuda interna va a seguir subiendo, si el Gobierno
opta por mantener el nivel de gasto.
Se calcula que el gasto total en
2012 terminará en 528,8 millardos de bolívares. El presupuesto original se
estimó en 297,8 millardos. Según Ecoanalítica, los créditos adicionales
cerrarán en 230,9 millardos de bolívares.
Guerra piensa que no va a ser
posible mantener el ritmo de gasto y en 2013 debe producirse una des
aceleración, porque mantener 50% de gasto del PIB es prácticamente imposible.
"No hay financiamiento que aguante ese gasto".
Para explicarlo en cifras
describe que lo gastado en 2102, a un tipo de cambio a 4,30, son 175 mil
millones de dólares, lo cual es mucho menos de lo que nos ingresa, que son 125
mil millones de dólares en ingresos internos y externos. Los externos son
básicamente petróleo y los internos son IVA, aranceles y otros impuestos. Es
decir existe un déficit de 50 mil millones de dólares. Esa es la deuda nueva
que se contrajo en 2102. De esa deuda nueva, 25 mil millones de dólares es la
deuda que emitió PDVSA y la compró el BCV. La estatal petrolera financió la
mitad del déficit fiscal con la emisión de bonos. El resto lo financió la banca
venezolana. La pregunta es ¿Esta fiesta puede durar hasta cuando? ¿Se puede
gastar ese volumen de dinero el año que viene?
Para José Guerra la respuesta es
"solo si se consigue financiamiento. ¿El mercado está dispuesto a prestar
ese dinero? Puede ser porque no hay posibilidades de inversión, el control de
cambio sigue funcionando, pero estás aumentando la deuda sostenidamente.
Conflictos laborales
La coordinara nacional de la UNT
Marcela Máspero augura tiempos de conflictos laborales para el año 2012.
Sostiene que el presupuesto recién presentado no tiene previsto nada para los
contratos colectivos en la Administración Pública, en las que hay numerosos
contratos que están vencidos y eso no está reflejado en el presupuesto. Ni
siquiera serán posibles aumentos de salario dado que la partida 401 se mantiene
igual.
Señala que hay 10 mil órdenes de
reenganche en el sector público que no se han acatado por lo que el panorama
laboral para el 2013, si no hay un cambio radical del Gobierno, de las
instituciones y no hay eficacia y eficiencia, no va haber posibilidad alguna de
tener paz laboral.
La dirigente sindical, aun cuando
aclara que la UNT apoya al presiente Chávez, cuestiona la forma en que se han
manejado las empresas estatizadas, afirma que la mayoría de ellas no han tenido
éxito y dependen de los recursos que les aporta el Estado. Como ejemplo de una
mala gestión llevada por lo que denomina una "tecnocracia" se pueden
ver casos como del de Agropatria, en la industria del cemento, en Petrocasa, en
las centrales azucareras, en las empresas alimenticias y especialmente en
Guayana. La UNT maneja actualmente 47 conflictos en todo el país, de los cuales
varios sectores ya están llamando a movilizaciones. "Hay un fracaso en las
gestiones, no lo podemos negar, y eso tiene que ver con la mala gerencia"
concluye la dirigente Marcela Máspero.
twitter:@folivares10
Fuente. EL UNIVERSAL
domingo 4 de noviembre de 2012 12:00 AM
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/