MICROBIOLOGÍA
El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), causante del
SIDA, puede que haya afectado al Ser Humano durante mucho más tiempo del que
actualmente se cree.
El equipo de Alfred Roca, profesor en la Universidad de
Illinois en Urbana-Champaign, Estados Unidos, considera que los genomas de una
población humana aislada en el oeste de África proporcionan pistas importantes
sobre cómo ha evolucionado la enfermedad.
Se cree que el VIH se originó a partir de chimpancés en
África central que estaban infectados con el virus de inmunodeficiencia de los
simios (VIS), un retrovirus. La diversidad de los VIS en los chimpancés, puesta
de manifiesto en los análisis, sugiere la presencia de esta clase de virus en
estos primates durante decenas de miles de años, tal como apunta Roca.
El VIH-1 Tipo M, que es responsable del 90 por ciento de las
infecciones en humanos, se cree que cruzó la barrera entre especies animales
entre 1884 y 1924, cuando saltó a una población humana.
El virus pudo cruzar esa barrera mucho antes y en muchas
ocasiones, en poblaciones rurales aisladas, no siendo detectado, tal como
aventura Roca.
Si el VIH cruzó la barrera entre especies muchas veces, es
posible que la selección natural favoreciera a variantes genéticas protectoras
en las poblaciones humanas afectadas por el virus. Roca y sus colaboradores
buscaron evidencias de esta selección en los genomas de los Biaka.
Los Biaka son una comunidad humana que habita en bosques ubicados
en el área de distribución geográfica de la subespecie de chimpancé que se cree
que es la fuente inicial de la proliferación del VIH. Los investigadores
compararon genomas de los Biaka con los genomas de otras cuatro poblaciones
africanas que viven fuera del área de distribución de ese chimpancé. Y han
hallado indicios de esta selección en los genomas de los Biaka.
Roca advierte que estos resultados no deberían considerarse
como definitivos. No es posible descartar falsos positivos. Detectar un indicio
de selección natural no necesariamente significa que la selección lo haya
causado, tal como matiza Roca. Es sólo un indicio prometedor de que la
selección ha actuado. Además, el indicio de selección puede abarcar varios
genes, de los cuales sólo uno protege en realidad contra el VIH-1.
Sin embargo, Roca considera que los resultados son muy
interesantes e indican que merece continuar trabajando en esta línea de
investigación.
Si otros estudios confirman que estos genes han
experimentado selección y que hay poblaciones humanas en esa región que tienen
cierta resistencia genética al VIH-1, se podría tratar de encontrar genes
adicionales en la población que también puedan proteger contra el VIH pero que
todavía no han sido identificados, tal como apunta Roca. Se podría llegar a
conocer a fondo el mecanismo por el cual estos genes actúan contra el VIH, y
eso podría abrir una nueva línea de investigación para desarrollar formas nuevas
de combatir a los retrovirus.
En la investigación también han trabajado Kai Zhao y Yasuko
Ishida de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign, Taras K. Oleksyk de
la Universidad de Puerto Rico en Mayagüez, y Cheryl A. Winkler del Centro para
la Investigación Oncológica en Frederick, Maryland, Estados Unidos.
La Fundación Bill y Melinda Gates aportó una subvención para
realizar el estudio.
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
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