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martes, 4 de junio de 2013

LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS DE LA INFORMACIÓN EN LA NUEVA ECONOMÍA DE VENEZUELA


 
Por: Teologo-Informatico.
 Roberto Romero
                La cambiante sociedad actual, a la que llamamos sociedad de la información, está caracterizada por los continuos avances Científicos  (bioingeniería, nuevos materiales, microelectrónica) y por la tendencia a la globalización económica y cultural (gran mercado mundial, pensamiento único neoliberal, apogeo tecnológico, convergencia digital de toda la información...). Cuenta con una difusión masiva de la informática, la telemática y los medios audiovisuales de comunicación en todos los estratos sociales y económicos, a través de los cuales nos proporciona: nuevos canales de comunicación (redes) e inmensas fuentes de información; potentes instrumentos para el proceso de la información; el dinero electrónico, nuevos valores y pautas comportamiento social; nuevas simbologías, estructuras narrativas y formas de organizar la información... configurando así nuestras visiones del mundo en el que vivimos e influyendo por lo tanto en nuestros comportamientos.

                La sociedad de la información también se denomina a veces sociedad del conocimiento (enfatizando así la importancia de la elaboración de conocimiento funcional a partir de la información disponible), sociedad del aprendizaje (aludiendo a la necesidad de una formación continua para poder afrontar los constantes cambios sociales), sociedad de la inteligencia (potenciada a través de las redes - inteligencia distribuida-).

Como destaca Castells (1997), frente a una primera revolución industrial sustentada en la máquina de vapor, y una segunda apoyada en la utilización masiva de la electricidad, la actual tercera revolución (que supone el auge del sector terciario) tiene como núcleo básico y materia prima la información y nuestra creciente capacidad para gestionarla, especialmente en los campos de tratamiento de la información simbólica a través de las TIC y el tratamiento de la información de la materia viva mediante la ingeniería genética y la biotecnología. Hay que tener en cuenta que históricamente, siempre que han incrementado las capacidades de comunicación de las personas, a continuación se han producido cambios sustanciales en la sociedad.

Estamos en una época que nos sitúa frente a un nuevo paradigma tecnológico que revoluciona todas las formas de hacer negocios y comercio. Estamos hablando de un desarrollo que es el centro del proceso de globalización y que le da a la tecnología una vez más la batuta como instrumento de desarrollo económico. Este cambio de patrón tecnológico, que revoluciona todas nuestras comunicaciones, la manera de hacer negocios, cómo comprar y vender, igualmente, nos brinda nuevas herramientas para la salud, educación, comercio, etc. El crecimiento y la expansión tecnológica crean una nueva configuración global no exenta de retos y complicaciones. La influencia de las tecnologías de la información es inevitable dentro de la nueva economía.

¿Qué entendemos por nueva economía?

El nuevo paradigma nos sitúa ante un mundo en donde es más importante la utilización del conocimiento y la información que el trabajo manual. Estamos ante un mundo en donde la tecnología y las comunicaciones se convierten en la base del crecimiento económica y de la generación de riquezas.

Efectivamente un mundo en donde es más importante la innovación y la utilización de la información que la creación de bienes masivos. Hemos pasado de economía basadas en la agricultura, las producciones de los bienes, a la nueva economía, que nos obliga a no utilizar el factor duplicador sino el multiplicador en el conocimiento. Estamos ante en un mundo en el cual los cambios bruscos son constantes y difícil de controlar. Debemos recordar que la tecnología siempre ha estado a la par de las grandes innovaciones [1].
Durante la revolución industrial se desarrollo la mecanización, luego llegaron las maquinas de vapor y los ferrocarriles, la primera guerra mundial vio el surgir de la ingeniería pesada. Luego la producción en masa hasta llegar a la microelectrónica en donde la computación, las telecomunicaciones y la producción en serie nos dan una nueva fisionomía tecnológica. El Internet es entendido como la causa y efecto de la nueva economía.

¿Cuáles son las características de la nueva economía?

En primer lugar que es global en su esencia a diferencia de la tradicional local o multinacional. En segundo lugar se basa en lo intangible más que en lo tangible. De allí las discusiones sobre cuando es un bien y cuando es un servicio. En tercer lugar se desarrolla sobre la base de las redes. La interconexión como soporte. Allí garantiza su carácter global. Como diría Kevin Kelly [2] pasamos de un mundo de lo duro a la blando. Estamos ante una realidad en donde el valor de lo intangible comienza a superar el valor de lo material. De allí que el valor del comercio Internacional estará determinado en gran parte por la capacidad que tengan los países de adaptarse a los recursos de lo intangible para efectivamente penetrar y controlar mercados. En el caso de Venezuela nuestra posibilidad de competir en el mercado de derivados del petróleo no lo determinara exclusivamente, el bien, sino la capacidad de utilizar un intangible como lo es el manejo de la información, que es la base de la nueva economía.

Estas tecnologías nos permiten, como país en desarrollo, estar frente a la oportunidad de dar un salto cualitativo (leap frog) de acceso a nuevas tecnologías que por sus características nos puede permitir estar al frente de un nuevo desafío o paradigma para impulsar el desarrollo. Por ello, debemos aprovechar las ventajas que el crecimiento del sector servicios tendrá en el mundo y en donde un país como Venezuela puede obtener grandes ventajas de penetración de nuevos mercados conjuntamente con el desarrollo de la producción de manufacturas o la exportación de materia primas. Esta nueva avalancha de oportunidades sin duda será de un gran beneficio para el desarrollo de la economía nacional así como su inserción en las redes del Comercio Mundial.

El futuro y Venezuela  (marco legal venezolano)

La participación de Venezuela ante los retos de la nueva economía la hemos fundamentalmente visto en dos frentes. Parte del sector privado activo pero cauto en cuanto a su adaptación a las reglas de la nueva economía aunque consciente de las grandes oportunidades por delante. Por otra parte un sector oficial dispuesto a desarrollar las capacidades políticas necesarias de las que nos habla Bruno Lanvin. En tercer lugar un grueso segmento de la población con capacidades para absorber las nuevas tecnologías. De las políticas que apliquemos hoy como pasos hacia el desarrollo dependerá nuestra inserción en un nuevo mundo que creará mercados, negocios y trabajos basados en esta fuente de generación de riqueza.

De allí que iniciativas como las del decreto sobre acceso y uso de Internet como política prioritaria para desarrollo del país se convierta en un paso importante de Venezuela al darle prioridad a la necesidad de insertar al país en la sociedad del conocimiento y de los procesos de globalización. Rubens Ricupero nos recuerda que los estados Unidos han logrado avances extraordinarios en el campo de la tecnología alcanzando los beneficios de un mayor crecimiento económico y creación de empleos [3].

El denominado Decreto sobre Internet está enmarcado dentro del plan nacional de telecomunicaciones que entre otros objetivos tiene el de incentivar el uso de internet a todos los niveles y mejorar la calidad de vida de la población, a través del uso de los servicios de telecomunicaciones. El instrumento legal reconoce que ese es un medio que permite acceder a nuevos conocimientos y por ello ordena a los organismos públicos en general a utilizar preferiblemente para el intercambio de información, mejoramiento profesional y divulgación cultural. Los distintos Ministerios están obligados a presentar los respectivos planes de divulgación.

Como todo reto estamos al frente de opciones que nos brindan beneficios pero podrían en apariencia ofrecer peligros. Entiendo que estamos al lado de las oportunidades y de los beneficios. El primero de estos es que estamos ante una oportunidad para estimular la transferencia de tecnología y el crecimiento de las tecnologías de la información para los países en desarrollo. Esto nos permitirá tener mayor acceso a mercados y cadenas de distribución. Podemos formar parte activa de mercados verticales a menor costo que las tradicionales permitiendo a quien produce tener acceso a su fuente final eliminando así el intermediario como parte del eslabón tradicional entre quien produce y consume. Estas tecnologías nos permiten tener acceso a nuevos procesos educativos, culturales y comerciales. Vemos entonces un número importante de beneficios para los consumidores, al reducirse los costos de interconexión, contacto y envío. En resumen una serie de beneficios se obtendrán incluyendo la reducción de barreras que es quizás el gran obstáculo a nuestra plena participación en el Sistema Mundial del Comercio.

Por lo pronto, como decíamos antes, no estamos exentos de peligros. Un auge vertiginoso como el que vemos en estos sectores, sin una participación activa de nuestra parte, nos puede dejar sin la opción de beneficios, dejándonos al margen de esta revolución en marcha.

Nuestra inserción dependerá de las políticas adecuadas que tanto los sectores productivos y públicos desarrollan, así como la superación que se derivan de políticas activas en el sector servicios. Nuestros países encontrarán los inconvenientes que derivan de todo salto cualitativo en donde el proceso de adaptación puede ser arduo pero seguramente al final del camino muy beneficioso.

La pequeña y mediana empresa tienen ante sí un valioso instrumento que puede permitirles presentarse ante el mundo de la competencia como un medio que los puede hacer grandes. El Comercio Electrónico da una oportunidad que basándose en la capacidad técnica y el «talento» puede brindarle a los pequeños actores con capacidad para penetrar mercados como nunca antes fue posible.

En la Organización Mundial del Comercio los países han acordado reafirmar la importancia del Comercio Electrónico y su potencial para crear nuevas oportunidades para el comercio y el desarrollo. Los países han acordado que se deben aplicar las disciplinas de la OMC, particularmente los compromisos que se desprenden del Acuerdo de Servicios.

Por otra parte los países han acordado continuar la práctica de no imponer impuestos de aduana a las transmisiones electrónicas, así como evitar medidas que puedan desestimular el auge y crecimiento del medio. Un país como Venezuela debe, sin restricciones, estimular las inversiones en estos sectores, propiciar medidas que contribuyan a reducir los costos de acceso a Internet y de esta manera el desarrollo de una infraestructura de la Información Global. Un estado con cara al futuro debe propiciar la cultura de estas tecnologías a través de un proceso educativo agresivo que llegue a todos los sectores de la población, por cuantos medios posibles estén al alcance [4].


En el futuro próximo todas las tecnologías evolucionaran, todo va a cambiar. Entonces, ante qué criterio estamos; ¿Se que creará más dependencia, para nuestros país, o más soberanía? ¿Queremos ser actores privilegiados de los cambios que se nos avecinan? ¿Seremos capaces de ser pasivos ante los retos que la informática y la tecnología?.  Se le hace poco servicio a Venezuela cuando abordamos este tema con indiferencia o superficialidad.
En definitiva participar activamente en el sector significará tener acceso a tecnologías de punta, aprovechar nuevos recursos para la educación, tener acceso a mayor información y ampliar la capacidad de penetrar mercados.

La revolución de la tecnología puede perfectamente brindar ventajas para los países que independientemente de su desarrollo económico aprovechen a tiempo con políticas definidas y estables que estimulen el desarrollo del fenómeno en beneficio de las mayorías. Sobre cuáles serán los beneficios finales de las tecnologías de la información en Venezuela no creo que tengamos respuesta. Pueden beneficiarnos o no dependiendo de cuales políticas asumamos, cuales disciplinas mantengamos y cuales incentivos otorguemos para garantizar la debida atracción de los agentes transformadores de cambio en esta revolución tecnológica.

Notas

 [1] Ver conferencia del secretario general de la UNCTAD en el simposio sobre Tecnologías de la Información, N.Y 5 de julio 2000.
[2] Kevin Kelly, New Rules for the New Economy, Wired Magazine, Penguin Books, 1998.
[3] Bruno Lanvin en Developing Countries in the new E-Conomy,  IOS Press.
[4] Ver http://www.analitica.com/bitblioteca/ohernandez/globalizacion.asp.





Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela. Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/

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