VENTANA PANORÁMICA…
JOSÉ ISIDRO CORDERO
La pregunta está a flor de labios; al cruzarnos con alguien –incluso
desconocido- la interrogación antecede al saludo: “¿Hasta cuándo vamos a
aguantar esto, hermano?” Inmediatamente uno ubica el punto de referencia,
precisa sin ningún contratiempo el señalamiento a la situación de crisis
instaurada en el país por obra y gracia de una gestión de gobierno cuyo
estímulo y única preocupación es la búsqueda de mecanismos para darle
consistencia y permanencia al latrocinio. Un caso evidente, la nueva compañía
petrolera y minera creada por el Gobierno y puesta en manos exclusivas de
los militares, decisión cínicamente concebida para aumentar privilegios con la
finalidad convertir a la Fuerza Armada Nacional (FAN) en un cuerpo especial de
verdugos de la población en caso de una protesta popular masiva.
A la pregunta de hasta cuándo vamos a aguantar esto, uno despacha la
respuesta recurriendo a una especie de guasa: “¡Hermano, como usted sabe: No
hay mal que dure cien años, ni cuerpo que lo resista!” Pero en lo profundo de
nuestro ser, a uno se le acrecienta también –quizás en tanta o mayor
proporción- la incertidumbre sobre el desenlace de la situación a corto plazo;
entonces se nos viene encima una catarata de interrogantes: ¿Cuándo, en su
segundo gobierno, el Presidente Carlos Andrés Pérez tomó la decisión de poner
en marcha unas reformas al sistema económico, con el propósito de enderezar las
distorsiones socioeconómicas del país, la situación era tan grave y desesperante
como ahora? ¿Por qué el pueblo salió a las calles a dar su veredicto mediante
protestas colectivas de estruendoso impacto? ¿Quiénes gestionan hoy las artes
de la administración pública tienen mayor capacidad política, mayor condición
moral y mejor equipamiento intelectual, por encima de los dirigentes nacionales
de la época del segundo gobierno de Pérez? A la primera pregunta, la
respuesta es tajante: ¡No! Ciertamente, la situación comenzaba a ponerse
incómoda, pero no era crítica; uno de tantos ejemplos nos da la dimensión: No
había colas para abastecerse de productos alimenticios básicos, menos para
adquirir otros en procura de confort. Darles respuestas a las otras preguntas
requiere de más profundidad de análisis y establecimientos de grados de comparación,
tareas no propicias en esta ocasión.
Si la situación de crisis durante el segundo gobierno de Pérez no era
tan amplia ni tan profunda como ahora, ¿por qué el pueblo hoy, frente a unas
medidas económicas, reflejo de ser más de lo mismo, presentadas por el
Presidente Maduro como la vía para arreglar inmerso en el desastre
nacional provocado por su gestión de gobierno Nicolás, se muestra y actúa
pacíficamente? Al respecto, dos posiciones asoman: Una, la de quienes niegan la
posibilidad de una catástrofe. Otra, de quienes ya hasta grafican el paisaje
atestado de víctimas. Alguna de esas dos cosas puede suceder, pero hay una
quietud actuante en el pueblo, cuya más cercana revelación es el resultado del
6D. El pueblo, actuando con sabiduría, se resiste a cargar o ver pasar los
ataúdes de familiares o amigos; prefiere seguir con la quietud actuante, bajo
la convicción de estar cercano el fin de la ignominia.
BRISAS SUAVES
VINO A LA SUPERFICIE; es decir, dejó de andar por subterráneos, la especie, según la cual,
el Presidente Maduro, contrapuesto a Cilia Flores, Diosdado Cabello y algunos
otros no dispuestos a perder privilegios ni despreciar canonjías, ha iniciado
los preparativos para dejar el poder. Saldrá del territorio nacional haciendo
primera escala en Brasil, luego tomará rumbo a Canadá. Irán ni Cuba están
en su itinerario. ¿Será verdad eso? Dios lo guíe con bien… ESA
EXPRESIÓN ES muy común en la jerga de los venezolanos: “Fulano, tú estás
muerto, te sacaron del juego, y no tienes como volver a entrar”. Dicha de tal
manera, ella no indica amenazas de muerte ni retaliación, simplemente un alerta
de haber perdido la persona sus posiciones de liderazgo o influencia dentro de
un determinado grupo. Quién le asigne otra connotación a la expresión pasa a
ser sujeto de la sentencia: “Quien se pica, ají come”… ¿DÓNDE SE HABRÁ
metido Freddy Bernal? Después de haber perdido la diputación a la Asamblea
Nacional su presencia se esfumó, ni siquiera se le ve al lado de su entrañable
amigo Jorge Rodríguez. Su nombre sólo sale a relucir, con bastante
frecuencia, cuando le despachan a alguno de sus guardaespaldas hacia lo
desconocido. Si yo fuera Freddy también trataría de convertirme en el hombre
invisible… LAS BANDAS ENTRENADAS por el PSUV para agredir a quienes propugnan
apoyo a la democracia no lograran su objetivo. Con gran sentido de unidad, el
pueblo está decidido a desatarse el lazo dictatorial y a quebrarle el cuello al
vandalismo. De eso pueden estar seguros los dirigentes del PSUV en Cumaná… DEFINITIVAMENTE,
LA IMPUNIDAD DE este Gobierno ha facultado a la violencia y a la
criminalidad para tasar el precio de la vida de las personas. Acá, en
Venezuela, el precio máximo de la vida de un ser humano es cuatro cauchos y una
batería de carros. Incluso, por menos de eso te matan y el Gobierno mira para
otro lado… USTED VOLVERÁ a leerme.
Editor: Teólogo-Ingeniero Informático: Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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