El mandatario de Bolivia, Evo
Morales, afirmó este sábado que Hugo Chávez pudo ser envenenado por “el
imperio” como parte de una estrategia para “derrotar Gobiernos que están contra
el capitalismo”.
“El imperio tiene todos los
instrumentos para planificar acciones, para derrotar Gobiernos y líderes de
movimientos sociales que están contra el capitalismo”, señaló Morales, el
último político en dejar de manifiesto que EE.UU. podría estar detrás del
fallecimiento del líder venezolano.
Precisamente, el Gobierno de
Morales es una de las piedras en el camino para EE.UU. en la región
sudamericana, al igual que lo será Nicolás Maduro, de ahí que haya que estar
“alerta” ante una intervención en los próximos comicios de Venezuela, explica
el periodista Ramón Jimeno.
“Es notoria la intervención
estadounidense en todo el mundo y no solo en Latinoamérica, y por eso son tan
creíbles las acusaciones de esas posibles intervenciones. La población debe
mantenerse alerta frente a la oposición”, sostiene Jimeno.
También esta semana la abogada y
escritora Eva Golinger insistió en Russia Today en que existen evidencias
concretas de que EE.UU. cuenta con la tecnología necesaria para haber podido
atentar contra la vida de Chávez.
Incluso grupos de derechos
civiles en EE.UU. presentaron hace unos días una solicitud, amparándose en la
Ley de Libertad de Información, demandando datos vinculados con los planes de
envenenar o asesinar al líder recientemente fallecido.
De acuerdo con información
desclasificada obtenida por la agencia AP en 2007, el Ejército de EE.UU.
estudió la posibilidad de utilizar venenos radioactivos para asesinar a
“personas importantes” de la Guerra Fría, como líderes militares o civiles.
Entre sus planes se incluía el de
trabajar en la creación de un “arma de ataque subversivo de individuos o grupos
pequeños”.
Uno de los textos publicados
entonces, que databa de 1948, destacaba además que un ataque letal contra una
persona utilizando material radiactivo se debería hacer discretamente, es
decir, de modo que fuera imposible rastrear la participación del Gobierno de
EE.UU. “El origen de la munición, el hecho de que un ataque se ha hecho, y el
tipo de ataque no debe ser determinable, si es posible”, afirmaba el documento.
“La munición debe ser discreta y fácilmente transportable”, agregaba.
“Esta clase de municiones se
proponía para el uso de agentes secretos o unidades subversivas en ataques
letales contra grupos pequeños de individuos importantes, por ejemplo durante
las reuniones de líderes civiles o militares”, aseguraban los documentos.
En 1976, el presidente Gerald R.
Ford firmó una orden ejecutiva para prohibir explícitamente el asesinato de
personalidades extranjeras por parte de agentes del Gobierno de EE.UU. Lo hizo
en respuesta a las revelaciones de que la CIA había planeado en la década de
1960 el asesinato del presidente cubano Fidel Castro, incluso por
envenenamiento.
Los documentos no aportan pruebas
sobre si EE.UU. realmente usó un arma radiológica para asesinar a individuos de
alto rango o incluso si de hecho la llegaron a crear. Sin embargo, los expertos
insisten en que EE.UU. podría estar detrás del cáncer que acabó con la vida de
Chávez.
Por su parte, el Gobierno
venezolano también ha pedido una investigación sobre las circunstancias de la
enfermedad de Chávez y específicamente sobre si fue envenenado o
deliberadamente expuesto a los elementos causantes del cáncer.
fuente.
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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