Andres Eloy
Hernandez (Desde Buenos Aires, Argentina. Colaboración para ARGENPRESS
CULTURAL)
No hay
preámbulo. ¿Es posible hacer una limpieza cultural desde Borges?
De él
tomamos: "la decadencia del país está en relación con la cada vez mayor
cantidad de gente incapaz de hacer algo que no sea lograr un provecho
personal.".
Este no es
un metrokultur. Ramos Sucre nos habla de una degeneración ilustrada. ¿Esta
decadencia es solo de su época, su espacio Argentina? Las palabras parecen
alcanzar cierta universalidad. Desde los escritores borgianos como Susan
Sontag, Umberto Eco, Orhan Pamuk, José Saramago hasta Roberto Bolaño y muchos
más, esta afirmación parece alcanzar un propósito literario muy vasto. No
literario, más amplio aun.
La
literatura del siglo veinte no se avestruza ante la guerra, el terror mediático
o atómico. Denuncia el supermanismo del superyó filosófico, económico,
comercial o social. La escritura autocomplaciente casi se vuelve de autoayuda
para quienes utilizan la tinta para escurrir el bulto.
El éxito
tampoco parece indicador de aceptaciones de brújula correcta. Los que han
triunfado y nos hablan de vampiros, monstruos, jurasics modernos, pueden
obtener su pedazo de torta rankiada, pero el marketing no es un púlpito de
absolución. Una prolífica escritura desde la “decencia burguesa” ha contaminado
la cultura y la literatura hasta la saciedad. Una cultura de consumismo de
arquetipos, iconos, temas, tomos y tramas, llenan el disco duro humano hasta la
extenuación. Y no se hace nada, como Borges lo apunta. Todos viven un
cementerio de mansiones donde reciben premios, más premios, condecoraciones,
reconocimientos de los señores de las bombas, de las dictaduras, de la
extorsión planetaria, que han recibido el eufemístico epíteto de escritores de
la globalización.
De una
globalización sin letras, sin cultura. De imaginación desinflada. Con el terror
que hace añicos a Sirios y Libios, afganistanos e irakies, desde el escenario
natural de lobbie de lobos, destrozando democracias en Honduras y Paraguay.
Globalización de la sangre y la tinta que ha mantenido analfabetizado al mundo,
en despliegues de televisión mala, cine peor y cultura hecha añicos.
Así, el
libro está en la misma mira frente a la digitalización de bibliotecas del
mundo, el acoso y chantaje a Internet está en el menú del día y la escritura tiene
sus nóminas, sus temas y su tarifario de selectos globalizados. El propio Nobel
de literatura no está libre de toda sospecha.
Borges nos
invita. Se puede hacer ficción, (¿que no otra cosa es ante todo la literatura
sino ficción?). Pero no se puede bypasear la responsabilidad histórica de un
imperio que abandonó la Unesco por más de dos décadas y ahora viene a darle al
mundo lecciones de derechos humanos, de escritores golpistas que no son otra
cosa que plataformas portátiles de derechos inhumanos para justificar el
exterminio de hombres y culturas.
Vamos con Borges.
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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