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viernes, 19 de octubre de 2012

¿Es Jesús Relevante Hoy?


¿Por qué Jesús?

El ateo Josh McDowell no creía que Jesucristo fuera relevante para su vida como estudiante universitario. Él pensó que Jesús era solamente otro líder religioso quien estableció reglas imposibles para vivir. Él no quería nada con los cristianos o su Jesús.

Entonces un día en la mesa del consejo estudiantil McDowell se sentó al lado de una joven universitaria brillante con una radiante sonrisa. Intrigado, él le preguntó por qué ella estaba tan feliz. Su respuesta inmediata fue, “¡Jesucristo!”

¿Jesucristo? McDowell enfadado, le respondió:

“Oh, por Dios, no me des esa basura. Estoy harto de la religión; estoy harto de la iglesia; estoy harto de la Biblia. No me des esa basura sobre religión.”
Pero sin sentirse molesta la joven calmadamente le informó,
“Señor, yo no dije religión, yo dije Jesucristo.”

McDowell estaba atónito. Él nunca había considerado a Jesús más que una figura religiosa, y no quería ninguna parte con la hipocresía religiosa. Sin embargo aquí estaba esta alegre mujer cristiana hablando acerca de  Jesús como alguien quien había traído significado a su vida.

Jesucristo afirmó responder todas las preguntas profundas sobre nuestra existencia. ¿Alguna vez has mirado a las estrellas en una noche oscura y te has preguntado quien las puso allí? O ¿alguna vez has visto una puesta de sol y te has preguntado de qué trata esta vida?
  • “¿Quién soy yo?”
  • “¿Por qué estoy aquí?”
  • “¿Dónde voy después de la muerte?”
Aunque otros filósofos y líderes religiosos han ofrecido sus respuestas al significado de la vida, solo Jesucristo demostró sus credenciales al resucitar de la muerte. Escépticos como McDowell quienes originalmente se burlaron de la resurrección de Jesús, han descubierto que hay evidencia convincente de que realmente ocurrió.

Jesús ofrece vida con verdadero significado. Él dijo que la vida es mucha más que hacer dinero, tener diversión, ser exitoso, y después terminar en un cementerio. Sin embargo, la gente sigue tratando de encontrar un significado en la fama y el éxito.

¿Es Jesús Relevante Hoy?


Madonna intentó responder la pregunta de, “¿Por qué estoy aquí?” al convertirse en una diva, confiesa, “Hubieron muchos años cuando yo pensé que la fama, la fortuna y la aprobación del público me traerían felicidad. Pero un día tú te despiertas y te das cuenta de que no… yo todavía sentía que faltaba algo.. Yo quería saber el significado de verdadera y duradera felicidad y como podía ir a encontrarla.”

Otros han renunciado a la búsqueda de significado. Kurt Cobain, el cantante líder de  la banda de grunge de Seattle, Nirvana, desesperado de la vida a los 27 años cometió suicidio. El dibujante de la era del jazz Ralph Barton también encontró la vida sin sentido, dejando la siguiente nota suicida: “Yo he tenido pocas dificultades, muchos amigos, grandes éxitos; yo he ido de esposa en esposa, y de casa en casa, visitado países del mundo, pero estoy harto de inventar mecanismos para llenar las 24 horas del día.”

Pascal, el gran filósofo francés creía que este vacío interior que todos experimentamos puede ser llenado solo por Dios. El declara, “Hay un vacío en forma de Dios en el corazón de cada hombre el cual solo Jesucristo puede llenar.” Si Pascal tiene razón, entonces nosotros esperaríamos que Jesús no solo responda a la pregunta de nuestra identidad y significado en esta vida, pero también de darnos esperanza para la vida después de la muerte.

¿Puede haber sentido, sin Dios? No de acuerdo al ateo Bertrand Russell, quien escribió, “A menos que usted asuma un dios, la pregunta del propósito de la vida es sin sentido.”
Russell se resignó a si mismo para en última instancia “podrirse” en la tumba. En su libro, Por qué no soy cristiano, Russell descartó todo lo que Jesús dijo sobre el significado de la vida, incluyendo sus promesas de vida eterna.

Pero si Jesús realmente venció a la muerte como testigos presenciales afirman, (ver artículo 6) entonces él solo habría sido capaz de decirnos de que se trata la vida, y responder la pregunta, “¿Adónde  voy?” Con el fin de entender como las palabras de Jesús, su vida y muerte pueden establecer nuestras identidades, darnos sentido en la vida, y proporcionar esperanza para el futuro, necesitamos entender lo que él dijo sobre Dios, sobre nosotros, y sobre él mismo.

¿Qué Dijo Jesús Acerca De Dios?

Dios es Relacional


Jesús nos dijo y nos mostró como es Dios. Muchos piensan en Dios más como una fuerza que como una persona a quien nosotros podemos conocer y disfrutar. El Dios del que Jesús habló no es como la impersonal Fuerza en La Guerra de las Galaxias, cuya bondad es medida en voltaje.
Por el contrario, Dios es relacional como nosotros, pero más aún. Él piensa. Él escucha. Él se comunica en un lenguaje que nosotros podemos entender. Y Jesús nos dijo que Dios es amor.

Dios es amor.


El amor de Dios es radicalmente diferente del nuestro en que no esta basado en atracción o rendimiento.

Es totalmente sacrificial y generoso. Jesús comparó el amor de Dios con el amor de un padre perfecto. Un buen padre quiere lo mejor para sus hijos, se sacrifica por ellos, y provee para ellos. Pero por su propio bien, él también los disciplina.

Jesús ilustra el corazón de amor de Dios con una historia sobre un hijo rebelde quien rechaza el consejo de su padre para la vida y lo que es importante. Arrogante y obstinado, el hijo quería dejar de trabajar y “vivir”. En lugar de esperar hasta que su padre estuviera listo para darle su herencia, él empezó a insistir que su padre se la diera más temprano.

En la historia de Jesús, el padre le concedió a su hijo su petición. Pero las cosas le fueron mal al hijo. Después de despilfarrar el dinero en placeres propios, el hijo rebelde tuvo que ir a trabajar en una granja de cerdos. Pronto él estaba tan hambriento que incluso la comida de los cerdos parecía buena. Abatido y no seguro de si su padre lo aceptaría de vuelta, él empacó su bolsa y se dirigió a casa.

Jesús nos dice que no solo le dio la bienvenida a casa su padre, sino que también él en realidad corrió a su encuentro. Y después el padre fue totalmente radical con su amor y  hizo una gran fiesta celebrando el regreso de su hijo.

Es interesante que a pesar de que el padre grandemente amó a su hijo, él no lo persiguió. Él deja que el hijo que le amó tenga miedo y sufra las consecuencias de su elección rebelde. De una manera similar, las escrituras enseñan que el amor de Dios nunca compromete lo que es mejor para nosotros. Nos permitirá sufrir las consecuencias de nuestras propias malas decisiones.

Jesús también enseñó que Dios nunca comprometería su carácter. Carácter es lo que somos en lo profundo. Es nuestra esencia de la cual todos nuestros pensamientos y acciones se derivan. Entonces ¿cómo es Dios—en lo profundo?

Dios es Santo.


A lo largo de las Escrituras (casi 600 veces), se habla de Dios como “santo.” Santo significa que el carácter de Dios es moralmente puro y perfecto en cualquier sentido. Sin mancha. Esto significa que Él nunca consideró un pensamiento que es impuro o inconsistente con su excelente moral.

Además, la santidad de Dios significa que Él no puede estar en la presencia del mal. Dado que el mal es lo opuesto a su naturaleza. Él lo odia. Es como contaminación para Él.

Pero si Dios es santo y aborrece el mal, ¿por qué no hizo nuestro carácter como el suyo? ¿Por qué hay abusadores de niños, asesinos, violadores, y pervertidos? ¿Y por qué nosotros luchamos tanto con nuestras propias elecciones morales? Eso nos trae a la siguiente parte de nuestra búsqueda de significado. ¿Qué dijo Jesús sobre nosotros?

¿Qué dijo Jesús sobre nosotros?

Creados Para una Relación con Dios.


Si usted lee a través del Nuevo Testamento usted descubriría que Jesús continuamente habló de nuestro inmenso valor para Dios, diciéndonos que Dios nos creó para ser sus hijos.
La estrella irlandés de U2, Bono, comentó en una entrevista, “Es un concepto asombroso que el Dios que creó el Universo podría estar buscando compañía, una relación real con gente…”[5] En otras palabras, antes de que el universo fuera creado, Dios planeó adoptarnos en su familia. No solo eso, pero Él ha planeado una increíble herencia de inimaginables bendiciones y privilegio real. En Sus ojos, somos especiales.

Libertad de Elegir.


En la película, Stepford Wives, hombres débiles, mentirosos, codiciosos y asesinos han diseñado robots sumisos y obedientes para remplazar a sus liberadas esposas a quienes ellos consideran amenazas. Aunque los hombres supuestamente aman a sus esposas, ellos las reemplazan con juguetes  con el fin de obligar su obediencia.

Dios pudo habernos hecho así – gente robótica (iPeople) predispuestos a amarlo y obedecerlo, programando en nosotros la adoración como un salvapantallas. Pero entonces nuestro amor obligatorio no tendría sentido. Dios quiere que le amemos libremente. En relaciones reales, queremos que alguien nos ame por lo que somos, no por compulsión – preferimos un alma gemela que una novia por correspondencia. Søren Kierkegaard resumió el dilema en esta historia.

Supongamos que hubo un rey quién amó a una doncella humilde. El rey era como ningún otro rey. Cada hombre de estado temblaba ante su poder… y sin embargo este poderoso rey se derretía por el amor a una humilde doncella. ¿Cómo podría él declarar su amor por ella? De forma extraña, su estado de rey ató sus manos. Si él la traía al palacio y le coronaba su cabeza con joyas… ella seguramente no resistiría—nadie se atrevía a resistirlo. Pero ¿lo amaría? Ella diría que lo amaba por supuesto, pero ¿lo hacía realmente”

Usted ve el problema. De forma menos poética: ¿Cómo puede usted romper con un novio todo-conocedor? (“Las cosas no están funcionando entre nosotros, pero supongo que usted ya sabía eso.”) Pero para hacer que un intercambio libre de amor sea posible, Dios creó a los seres humanos con una capacidad única: libre albedrío.

Rebelión Contra las Leyes Morales de Dios


C.S. Lewis razonó que  a pesar de que somos internamente programados con un deseo de conocer a Dios, nosotros nos rebelamos contra eso desde el momento en que nacemos. Lewis también empieza a examinar sus propios motivos, lo que lo llevó al descubrimiento de que él instintivamente conocía el bien del mal. Este reconocimiento de que nosotros estamos programados con una ley moral interior llevó al antiguo ateo a la conclusión de que debe haber un “Legislador” moral.

En efecto, de acuerdo con ambos Jesús y las Escrituras, Dios nos ha dado una ley moral para obedecer. Y no solo le hemos dado nuestras espaldas en una relación con Él, nosotros también hemos quebrantado estas leyes morales que Dios estableció. La mayoría de nosotros conocemos algunos de los Diez Mandamientos:

“No mentir, robar, asesinar, cometer adulterio,” etc. Jesús los resumió diciendo que debemos amar a Dios con todo nuestro corazón y a nuestro prójimo como a nosotros mismos. El pecado, por lo tanto, no es solo lo malo que hacemos al quebrantar la ley, pero también nuestro fracaso de hacer lo que es correcto.

Dios hizo el universo con leyes que gobierna todo en el. Ellas son inviolables e inalterables. Cuando Einstein obtuvo la formula E=MC2 él abrió el misterio de la energía nuclear. Poner los ingredientes correctos juntos bajo condiciones exigentes y el poder enorme es desatado. Las Escrituras nos dicen que la ley moral de Dios no es menos válida ya que viene de Su propio carácter.

Desde el primer hombre y mujer, hemos desobedecido las leyes de Dios, a pesar de que ellas son para nuestro bien. Y hemos fallado en hacer lo que es correcto. Hemos heredado esta condición desde el primer hombre, Adán.  La Biblia llama a esta desobediencia, pecado, lo que significa “no dar en el blanco,” como un arquero perdiendo su objetivo intencionado. Así nuestro pecado ha roto la relación intencional de Dios con nosotros. Usando el ejemplo del arquero, nosotros hemos perdido nuestro blanco cuando se trata del propósito para el que fuimos creados.

El pecado causa la ruptura de todas las relaciones: la raza humana separada de su medio ambiente (alineación), individuos separados de ellos mismos (culpa y vergüenza), gente separada de otra gente (guerra, asesinato), y gente separada de Dios (muerte espiritual). Como eslabones en una cadena, una vez que el primer eslabón entre Dios y la humanidad fue roto, todos los eslabones contingentes se volvieron desenganchados.

Y nosotros estamos rotos. Como dijo el rapista Kayne West, “Y no creo que haya algo que yo pueda hacer para enmendar mis errores… yo quiero hablar con Dios pero tengo miedo porque nosotros no hemos hablado en tanto tiempo…” Las letras de West hablan de la separación que el pecado trae a nuestras vidas. Y de acuerdo con la Biblia, esta separación es más que solamente una letra de una canción de rap. Tiene consecuencias mortales.

Nuestros Pecados nos han Separado del Amor de Dios


Nuestra rebelión (pecado) ha creado una muralla de separación entre Dios y nosotros (ver Isaías 59:2). En las Escrituras, “separación” significa muerte espiritual. Y muerte espiritual significa estar completamente separados de la luz y vida de Dios.

“Pero espere un minuto,” usted debe decir. “¿Dios no sabía todo eso antes de crearnos?

¿Por qué Él no vio que Su plan estaba condenado al fracaso?” Por supuesto, un Dios todo-conocedor se daría cuenta de que nosotros nos rebelaríamos y pecaríamos. De hecho, es nuestro fracaso que hizo Su plan tan asombroso. Esto nos lleva a la razón de porqué Dios vino a la Tierra en forma humana. Y aún más increíble—la notable razón de su muerte.

¿Qué Dijo Jesús acerca de si mismo?

La Solución Perfecta de Dios.


Durante sus tres años de ministerio público, Jesús nos enseñó cómo vivir y llevó a cabo muchos milagros, incluyendo su resurrección.  Pero proclamó que su principal misión era salvarnos de nuestros pecados.

Jesús proclamó ser el Mesías prometido que tomaría nuestra iniquidad sobre sí mismo.  El profeta Isaías había escrito acerca del Mesías 700 años antes y dio varias claves en cuanto a su identidad.  Pero la clave más difícil de comprender era que el Mesías sería Dios y a la vez hombre.

“Porque un niño nos es nacido, hijo nos es dado.  Y su nombre será… Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de Paz.” (Is. 9:6)

El autor Ray Stedman escribe del Mesías prometido de Dios: “Desde el comienzo mismo del Antiguo Testamento, hay un sentido de esperanza y expectación, como el sonido de pasos acercándose: ¡Alguien viene!… Esa esperanza crece a través de los registros  proféticos como profeta tras profeta declaran aún otra pista sugerente: ¡Alguien viene!”
Los profetas antiguos habían predicho que un Mesías vendría y sería la expiación perfecta de Dios, satisfaciendo su justicia. Este hombre perfecto calificaría para morir por nosotros.
De acuerdo con los autores del Nuevo Testamento, la única razón por la cual Jesús fue calificado para morir por el resto de nosotros es porque, es Dios.  El vivió una vida moralmente perfecta y no fue sujeto a sentencia por pecado.

Es difícil entender como la muerte de Jesús pagó por nuestros pecados. Quizás una analogía judicial pueda aclarar como Jesús resolvió el dilema del perfecto amor y justicia de Dios.

Imagínese que estuviera entrando a una sala de juicios, culpable de asesinato (usted tiene unos serios problemas). Al acercarse al banco, usted se da cuenta de que el juez es su padre. Sabiendo que él te ama, usted inmediatamente empieza a pedir, “¡Papá, solo déjame ir!”

A lo que el responde, “Yo te amo, hijo, pero yo soy un juez. No puedo simplemente dejarte ir.”
Él esta desgarrado. Eventualmente él golpea el mazo y te declara culpable. La justicia no puede ser negociada, al menos no por un juez. Pero porque él te ama, el se baja de la mesa, se quita la túnica, y ofrece pagar tu sanción. Y de hecho, él toma tu lugar en la silla eléctrica.

Esta es la imagen pintada en el Nuevo Testamento. Dios bajo a la historia humana, en la persona de Jesucristo, y fue a la silla eléctrica (lease: cruz) en lugar de nosotros, por nosotros. Jesús no es una tercera persona azotada, tomando nuestros pecados, pero él es Dios mismo. Pongámoslo más francamente, Dios tenía dos opciones: juzgar el pecado en nosotros o asumir el castigo él mismo. En Cristo, Él escogió lo último.
Aunque Bono de U2 no pretende ser un teólogo, él declara con precisión la razón de la muerte de Jesús:

“El punto de la razón de Cristo es que Cristo tomó a los pecados del mundo, a fin de que lo que hemos hecho no regrese a nosotros, y que nuestra naturaleza pecadora no coseche la evidente muerte. Ese es el punto. Debería mantenernos humildes. No son nuestras buenas obras  que nos permite entrar a través de  las puertas del Cielo.”

Pero muchos argumentan que la afirmación de Jesús de que él es el único camino hacia Dios es muy cerrada, diciendo que hay muchos caminos hacia Dios. Aquellos que creen que todas las religiones son la misma niegan que tengamos un problema de pecado. Ellos se niegan a tomar seriamente las palabras de Jesús. Ellos dicen que el amor de Dios nos aceptará a todos nosotros, sin tener en cuenta lo que hemos hecho.

Quizás Hitler es merecedor de juicio, ellos razonan, pero no ellos u otros quienes viven “vidas decentes”. Es como decir que Dios clasifica en la curva, y todos los que obtengan un 70%- o mejor entrarán. Pero esto presenta un dilema.

Como hemos visto, el pecado es lo absolutamente opuesto al carácter santo de Dios. Así hemos ofendido a aquel que nos creó, y nos amó lo suficiente para sacrificar a Su propio Hijo por nosotros. En un sentido nuestra rebelión es como escupir en Su cara. Ni buenas obras, religión, meditación o Karma pueden pagar la deuda que nuestros pecados han incurrido.
De acuerdo con el teólogo R.C. Sproul, Jesús solo es el único quien puede pagar esa deuda. El escribe,

“Moisés podría meditar en la ley; Mahoma podría empuñar una espada; Buda podría dar consejería personal; Confucio podría ofrecer dichos sabios; pero ninguno de estos hombres estaba calificado para ofrecer una expiación de los pecados del mundo.. Cristo solo es digno de devoción y servicio ilimitado.

Un Regalo Inmerecido.

El término bíblico para describir el perdón gratuito de Dios a través del sacrificio de muerte de Cristo es gracia. Mientras que la misericordia nos salva de lo que merecemos, la gracia de Dios nos da lo que no merecemos. Revisemos por un minuto cómo Cristo ha hecho por nosotros lo que nosotros no podíamos hacer por nosotros mismos:
  • Dios nos ama y nos creó para tener una relación con El  
  • Se nos ha dado la libertad de aceptar o rechazar esta relación
  • Nuestro pecado y rebelión contra Dios y Sus leyes han creado un muro de separación entre nosotros y Él.
  • Aunque somos merecedores de sentencia eterna, Dios ha pagado nuestra deuda en su totalidad por la muerte de Jesús en nuestro lugar, haciendo la vida eterna con Él posible.
Bono nos dio su perspectiva de la gracia

“La gracia desafía la razón y la lógica. El amor interrumpe, si lo deseas, las consecuencias de tus acciones, lo que en mi caso son muy buenas noticias ciertamente, porque he hecho un montón de cosas estúpidas. Yo estaría en grandes problemas si Karma sería finalmente mi juicio.. Esto no excusa mis errores, pero estoy sostenido por Gracia. Estoy sostenido en que Jesús tomó mis pecados sobre la Cruz, porque yo sé quien soy, y espero no tener que depender de mi propia religiosidad.

Ahora tenemos la imagen del plan de Dios a través de las épocas uniéndose. Pero sigue faltante un ingrediente. De acuerdo con Jesús y los autores del Nuevo Testamento, cada uno de nosotros individualmente debe responder al regalo gratuito que Jesús nos ofrece. Él no nos obligará a tomarlo.

Usted eligió el final.


Continuamente tomar decisiones, qué ropa ponerse, qué comer, nuestra carrera, el matrimonio pareja, etc Es lo mismo cuando se trata de una relación con Dios. Autor Ravi Zacharias, escribe:
“El mensaje de Jesús revela que cada individuo… llega a conocer a Dios, no por virue de nacimiento, sino por la decisión consciente de dejar que Él tiene su gobierno en su vida individual”.

Nuestras elecciones son a menudo influenciadas por otros. Pero en algunos casos se nos es dado un mal consejo. El 11 de septiembre del 2001, 600 personas inocentes pusieron su confianza en un mal consejo, e inocentemente sufrieron las consecuencias. La verdadera historia va así:

Un hombre que estaba en el piso 92 de la torre sur del World Trade Center en el momento que había escuchado un jet estrellándose en la torre norte. Atónito por la explosión, él llamó a la policía para instrucciones de que hacer. “Necesitamos saber si necesitamos salir de aquí, porque sabemos que hay una explosión,” él dijo urgentemente en el teléfono.

La voz en el otro extremo le aconsejó no evacuar. “Yo esperaría hasta nuevo aviso.”
“Esta bien,” el hombre al teléfono dijo. “No evacuen.” Entonces él colgó.

Poco después a las 9:00 A.M., otro jet se estrelló en el piso 80 de la torre sur. Casi todas las 600 personas en los pisos superiores de la torre sur perecieron. El fallo de no evacuar el edificio fue una de las grandes tragedias del día.

Esas 600 personas perecieron porque dependieron de la información errónea, a pesar de que fue dada por una persona que estaba tratando de ayudar. La tragedia no habría ocurrido si las 600 personas hubieran recibido la información correcta.

Nuestra elección consciente sobre Jesús es infinitamente más importante que la que enfrentó las victimas mal informadas el 11/9. La eternidad está en juego. Nosotros podemos escoger una de tres diferentes respuestas. Podemos ignorarlo. Podemos rechazarlo. O, podemos aceptarlo.

La razón por la que mucha gente pasa por la vida ignorando a Dios es que ellos están tan ocupados cumpliendo su propia agenda. Chuck  Colson era así. A la edad de 39, Colson ocupaba la oficina a la par del presidente de los Estados Unidos. El era el “hombre duro” de la Casa Blanca Nixon, el “hombre hacha” quien podía tomar las decisiones difíciles. Sin embargo, en 1972, el escándalo Watergate arruinó su reputación y su mundo se volvió desordenado. Más tarde él escribe,

“Había estado preocupado sólo de mí mismo. He hecho esto y aquello, he logrado, he tenido éxito y no le he dado a Dios ningún crédito, nunca ni una vez le había agradecido alguno de Sus regalos para mí. Nunca había pensado en que nada pudiera ser ‘enormemente superior’ a mí, o  si había pensado en momentos fugaces en el infinito poder de Dios, no lo había tenido relación con Él en mi vida.”

Muchos se pueden identificar con Colson. Es fácil quedar atrapado en el paso rápido de la vida y tener poco o ningún tiempo para Dios. Aún ignorar la gentil oferta de perdón de Dios tiene las mismas consecuencias temibles como rechazarlo completamente. Nuestra deuda de pecado sigue pendiente de pago.

En casos criminales, pocos rechazan un perdón total. En 1915, George Burdick, editor de la ciudad para el New York Tribune, se había negado a revelar fuentes y quebrantar la ley. El presidente Woodrow Wilson declaró un perdón total a Burdick por todas las ofensas que él había “cometido o pudo haber cometido.” Lo que hizo el caso de Burdick histórico es que el negó el perdón. Eso llevó el caso a la Corte Suprema, quien al lado de Burdick, declaró que el perdón presidencial no puede ser forzado sobre alguien.

Cuando se trata de rechazar el perdón total de Cristo, la gente da una variedad de razones. Muchos dicen que no hay evidencia suficiente, pero, como Bertrand Russell y muchos otros escépticos, no están interesados lo suficiente en investigar. Otros se niegan a mirar más allá de los cristianos hipócritas que ellos conocen, apuntando a lo poco cariñoso o al comportamiento inconsistente como una excusa. Y todavía otros rechazan a Cristo porque ellos culpan a Dios por algunas tristes o trágicas experiencias que sufrieron.

Sin embargo, Zacarías, quien ha debatido con intelectuales en cientos de campus universitarios cree que la verdadera razón por la que la mayoría de la gente rechaza a Dios es la moral. El escribe,
“Un hombre rechaza a Dios no por su demanda intelectual ni por la escasez de evidencia. Un hombre rechaza a Dios por la resistencia moral que se niega a admitir que él necesita de Dios.”
El deseo de libertad moral apartó a C.S. Lewis de Dios por la mayoría de sus años de universidad. Después su búsqueda de la verdad lo llevó a Dios, Lewis explica como la aceptación de Cristo involucra más que simplemente acuerdos intelectuales con los hechos. El escribe,

“El hombre caído no es simplemente una criatura imperfecta quien necesita mejoras: es un rebelde quien debería bajar sus brazos. Dejar caer sus brazos, rindiéndose, diciendo que lo siente, dándose cuenta que ha estado en el camino incorrecto y preparándose para empezar la vida de nuevo.. Es lo que los cristianos llaman arrepentirse.”

El arrepentimiento es una palabra que significa un cambio dramático en el pensamiento. Eso es lo que le sucedió al antiguo “hombre hacha” Nixon. Después de que Watergate fue expuesto, Colson empezó a pensar acerca de la vida de manera diferente. Notando su propia falta de propósito, el empezó a leer Mere Christianity de Lewis, que le fue dado por un amigo. Entrenado como un abogado, Colson tomó una libreta amarilla jurídica y empezó a escribir los argumentos de Lewis. Colson recordó,

“Sabía que el momento había llegado para mí.. ¿Iba yo a aceptar a Jesucristo sin reservas como el Señor de mi vida? Era como una puerta al frente mío. No había manera de caminar alrededor de ella. Yo caminaría a través de ella o me quedaría afuera. Un ‘tal ves’ o ‘necesito más tiempo’ era engañarme.”
Después de una lucha interna, este antiguo asistente del presidente de los Estados Unidos finalmente se dio cuenta que Jesucristo era merecedor de su completa lealtad. El escribe,
“Y entonces, temprano el viernes por la mañana, mientras me senté sólo mirando al mar que amo, las palabras que tenía no estaba seguro entender o decir cayeron naturalmente de mis labios: ‘Señor Jesús, yo creo en ti. Te acepto. Por favor ven a mi vida. Me comprometo contigo.”

Colson descubrió que sus preguntas, “¿Quién soy yo?” “¿Por qué estoy aquí?” y “¿Hacia donde voy?” son todas respondidas en una relación personal con Jesucristo. El apóstol Pablo escribe, “es en Cristo que encontramos quienes somos y para que estamos viviendo.” (Efesios  1:11, The Message)

Cuando entramos a una relación personal con Jesucristo, él llena nuestros vacíos internos, nos da paz, y satisface nuestros deseos de significado y esperanza. Y nosotros no necesitamos recurrir más a estimulo temporal para nuestra realización. Cuando Él entra en nosotros, él también satisface nuestros más profundos anhelos y necesidades de verdad, amor  duradero y seguro.

Y la cosa sorprendente es que Dios mismo vino como un hombre para pagar nuestra deuda entera. Por lo tanto, no estamos más bajo la pena del pecado. Pablo afirma esto claramente a los Romanos cuando escribe,

“Antes, ustedes estaban lejos de Dios y eran sus enemigos, pues pensaban y hacían lo malo. Sin embargo, ahora Dios los ha hecho sus amigos por medio de la muerte de su Hijo, quien se hizo hombre. Dios lo hizo así para que ustedes pudieran presentarse ante él sin pecado y libres de culpa.” (Colosenses 1:21b-22a Biblia Lenguaje Sencillo).

Así Dios hizo lo que nosotros éramos incapaces de hacer por nosotros mismos. Somos puestos en  libertad de nuestros pecados por la muerte sacrificial de Jesús. Es como un asesino de masas yendo ante un juez y siendo concedido de un perdón pleno y completo. El no merece perdón, y tampoco nosotros. El regalo de vida eterna de Dios es absolutamente gratuito—y es para ser tomado. Pero a pesar de que el perdón nos es ofrecido, depende de nosotros aceptarlo. La decisión es nuestra.

¿Estás en el punto en tu vida donde te gustaría aceptar la oferta gratuita de Dios?
Quizás como Madonna, Bono, Lewis y Colson, tu vida ha sido también vacía. Nada que has tratado satisface el vacío interno que sientes. Dios puede llenar ese vacío y cambiarte en un momento. El te creó para tener una vida que está inundada de significado y propósito. Jesús dice, “Yo he venido para que todos ustedes tengan vida, y para que la vivan plenamente.” (Juan 10:10b)

O tal vez las cosas te están yendo bien en la vida pero estás inquieto y con falta de paz. Te das cuenta que has roto las leyes de Dios y estas separado de su amor y perdón. Temes al juicio de Dios. Jesús dijo, “los dejo con un regalo—paz en sus mentes y corazones. Y la paz que yo doy no es como la paz que le mundo da.”

Así que si estas simplemente cansado de una vida de una búsqueda vacía o estas inquieto por una falta de paz con tu Creador, la respuesta está en Jesucristo.
Cuando pones tu confianza en Jesucristo, Dios te perdonará de todos tus pecados-pasados, presentes y futuros y te hace Su hijo. Y como Su hijo amado, Él te da propósito y significado en la vida en la Tierra y la promesa de vida eterna con Él.

Las Palabras de Dios dicen, “Pero aquellos que lo aceptaron y creyeron en él, llegaron a ser hijos de Dios.” (Juan 1:12)

El perdón de pecados, propósito en la vida, y vida eterna están a tu alcance. Puedes invitar a Cristo a tu vida ahora mismo por medio de la fe a través de la oración. Orar es hablar con Dios. Dios conoce tu corazón y no esta tan preocupado con tus palabras como lo está con la actitud de tu corazón. La siguiente es una oración sugerida:

“Querido Dios, quiero conocerte a ti personalmente y vivir eternamente contigo. Gracias, Señor Jesús, por morir en la cruz por mis pecados. Abro la puerta de mi vida y te recibo como mi Salvador y Señor. Toma el control de mi vida y cámbiame, haciéndome el tipo de persona que usted quiere que yo sea.“

¿Esta oración expresa el deseo de tu corazón? Si es así, simplemente ora la anterior oración sugerida en tu lengua natal.

Cuando usted hace un compromiso con Jesucristo, que entra en su vida, convirtiéndose en su guía, su consejero, su consolador, y su mejor amigo. Además, te da fuerza para superar las pruebas y la tentación, dándole la libertad de experimentar una nueva vida llena de significado, propósito y el poder.


Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela. Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/

¿Es Jesús Dios?


Jesús complejos
¿Alguna vez has conocido a alguien que es el centro de atención adondequiera que vaya? Alguna característica misteriosa e indefinible lo distingue de todos los demás. Bueno, así fue hace dos mil años con Jesucristo.  Pero no fue sólo la personalidad de Jesús que cautivó a las personas que lo oyeron. Los testigos de sus palabras y su vida nos cuentan que Jesús de Nazaret era distinto a todos los hombres.
Las únicas credenciales de Jesús fueron él mismo. Nunca escribió un libro, lideró un ejército, ocupó un cargo político ni fue dueño de ninguna propiedad. Solía viajar dentro de las cien millas alrededor de su pueblo, atrayendo a multitudes que se asombraban con sus palabras provocadoras y actos asombrosos.
Sin embargo, la grandeza de Jesús fue obvia para todos los que lo conocieron y oyeron. Y mientras que la mayoría de los grandes personajes finalmente se desvanecen en los libros de historia, Jesús sigue siendo el tema de miles de libros y de controversias mediáticas sin paralelo. Gran parte de esas controversias giran en torno a las afirmaciones radicales que hizo Jesús sobre sí mismo – afirmaciones que asombraron tanto a sus seguidores como a sus adversarios.
Fueron principalmente las afirmaciones únicas de Jesús que causaron que fuera visto como una amenaza tanto por las autoridades romanas como por la jerarquía judía. Si bien era un forastero sin credenciales ni base de poder político, en sólo tres años, Jesús cambió el mundo para los siguientes veinte siglos. Otros líderes morales y religiosos han causado un impacto – pero ninguno como ese desconocido hijo de carpintero de Nazaret.
¿Qué tenía Jesucristo que marcó la diferencia? ¿Fue meramente un gran hombre, o fue algo más?
Estas preguntas llegan al fondo de quién fue Jesús realmente. Algunos creen que él fue meramente un gran maestro moral; otros creen que simplemente fue el líder de la mayor religión del mundo. Pero muchos creen algo más grande. Los cristianos creen que Dios realmente nos ha visitado en forma humana. Y ellos creen en las pruebas que lo respalda.
Después de estudiar cuidadosamente la vida y las palabras de Jesús, un antiguo catedrático de Cambridge y escéptico, C.S. Lewis, llegó a una conclusión inesperada sobre Jesús que cambió el rumbo de su vida. Entonces, ¿quién es el verdadero Jesús? Muchos contestarán que Jesús fue un gran maestro moral. Al estudiar más profundamente a la persona más controvertida del mundo, empezamos por preguntarnos: ¿Jesús podría haber sido meramente un gran maestro moral?

 ¿Un gran maestro de la moral?


Incluso las personas de otras religiones reconocen que Jesús fue un gran maestro de la moral. El líder hindú Mahatma Gandhi elogiaba su vida honrada y sus palabras profundas.
Asimismo, el erudito judío Joseph Klausner escribió, “Es universalmente aceptado… que Cristo enseñó las más puras y sublimes éticas…lo cual arroja a la sombra a los preceptos morales y las máximas de los hombres más sabios de la antigüedad”.
El sermón del monte de Jesús ha sido llamado la enseñanza más excelente de ética humana jamás pronunciada por una persona. De hecho, gran parte de lo que conocemos hoy como “igualdad de derechos” en realidad es el resultado de las enseñanzas de Jesús. El historiador no cristiano Will Durant dijo de Jesús que “él vivió y luchó incansablemente por la ‘igualdad de derechos’; en tiempos modernos él habría sido enviado a Siberia. ‘El más importante entre ustedes será siervo de los demás’ – ésta es la inversión de toda sabiduría política, de toda cordura”.
Muchos, como Gandhi, han tratado de separar las enseñanzas éticas de Jesús  de sus afirmaciones sobre sí mismo, creyendo que simplemente fue un gran hombre quien enseñó elevados principios morales. Ésta fue la propuesta de uno de los Padres Fundadores de los Estados Unidos de América, el Presidente Thomas Jefferson, que cortó y pegó un ejemplar del Nuevo Testamento, eliminando las secciones que él consideraba que se referían a la divinidad de Jesús, y conservando otros pasajes sobre las enseñanzas éticas y morales de Jesús. Jefferson llevaba con él en todo momento su Nuevo Testamento cortado y pegado, venerando a Jesús como el que fuera quizás el mayor maestro moral de todos los tiempos.
De hecho, las palabras memorables de Jefferson en la Declaración de la Independencia tienen sus raíces en las enseñanzas de Jesús de que cada persona es de inmensa e igual importancia para Dios, sin tener en cuenta el sexo, la raza o el estatus social. El famoso documento establece, “Sostenemos como evidentes estas verdades: que todos los hombres son creados iguales; que son dotados por su Creador de ciertos derechos inalienables…”
Pero una pregunta que Jefferson nunca contestó fue: ¿cómo podría Jesús ser un gran líder moral si  afirmó ser Dios en falso? ¿Pero Jesús en realidad afirmó su divinidad? Antes de analizar qué sostuvo Jesús, debemos estudiar la posibilidad de que simplemente fue un gran líder religioso.

¿Un gran líder religioso?


Sorprendentemente, Jesús nunca afirmó ser un líder religioso. Él nunca se metió en la política religiosa ni impulsó una agenda ambiciosa, y él se desempeñó casi totalmente fuera del marco religioso establecido.
Cuando uno compara a Jesús con los otros grandes líderes religiosos, una notable distinción emerge. Ravi Zacarias, quien se crió en una cultura hindú, ha estudiado las religiones del mundo y ha observado una distinción fundamental entre los fundadores de otras grandes religiones y Jesucristo.
“En todos ellos  emerge una instrucción, una manera de vivir. No es Zoroastro a quien acudes, Zoroastro es a quien  escuchas. No es Buda quien te libra; son sus Verdades Nobles las que te instruyen. No es Mahoma quien te transforma; es la belleza del Corán que te corteja. En cambio, Jesús no solo enseñaba o exponía su mensaje. Él era idéntico a su mensaje”.
La certeza de la observación de Zacarias es subrayada por la cantidad de veces en los evangelios que el mensaje de las enseñanzas de Jesús fue sencillamente “Ven a mí” o “Sígueme” o “Obedéceme”. Además, Jesús dejó claro que su misión principal era perdonar los pecados, que era algo que sólo Dios podía hacer.
En The World´s Great Religions, (Las grandes religiones del mundo) Huston Smith observó que, “Sólo dos personas asombraron tanto a sus contemporáneos que la pregunta que evocaron no fue ‘¿Quién es?’ sino ‘¿Qué es?’ Ellos fueron Jesús y Buda. Las respuestas que estos dos dieron fueron exactamente opuestas. Buda dijo inequívocamente que él era un mero hombre, no un dios –casi como si hubiera previsto los intentos de adorarlo en el futuro. Jesús, por lo contrario, afirmó…ser divino”.
Y eso nos lleva a la pregunta de qué afirmó realmente Jesús acerca de sí mismo; específicamente, ¿Jesús afirmó ser divino?

¿Jesús afirmaba ser Dios?


Entonces, ¿qué ha convencido a tantos estudiosos de que Jesús afirmó que era Dios? El autor John Piper explica que Jesús afirmó tener poderes que pertenecían exclusivamente a Dios.
“…los amigos y enemigos de Jesús se desconcertaban una y otra vez por lo que él hacía y decía. Él podía estar andando por un camino, al parecer como cualquier otra persona, y entonces daba la vuelta de pronto y decía cosas como, ‘Antes de que Abraham naciera, ¡yo soy!’. O, ‘Quien me ve a mí está viendo al Padre’. O, muy tranquilamente, después de ser acusado de blasfemia, él decía, ‘Hijo del Hombre tiene autoridad en la tierra para perdonar pecados’. A los muertos él podía simplemente decirles, ‘Sal fuera’ o ‘Levántate’. Y ellos obedecían. A las tormentas en el mar les decía, ‘Quieto’. Y a la hogaza de pan le decía, ‘Conviértete en mil porciones’. Y se realizaba inmediatamente”.
¿Pero cuál era realmente el significado de dichas afirmaciones? Es posible que Jesús fuera sólo un profeta como Moisés, Elías o Daniel? Incluso una lectura superficial de los evangelios revela que Jesús afirmaba ser más que un profeta. Ningún otro profeta había afirmado algo similar sobre sí mismo; de hecho, ningún otro profeta se ha colocado en el lugar de Dios.
Algunas personas sostienen que Jesús nunca dijo expresamente, “Yo soy Dios”. Es verdad que nunca dijo las palabras exactas, “Yo soy Dios”. Sin embargo, Jesús tampoco dijo de manera explícita, “Yo soy un hombre” ni “Yo soy un profeta”. Pero Jesús sin duda fue humano, y sus seguidores lo consideraron un profeta como Moisés y Elías.  Por ello, no podemos descartar que Jesús es divino sólo porque él no dijo esas palabras exactas, así como tampoco podemos decir que no fue un profeta.
De hecho, las afirmaciones de Jesús sobre sí mismo se contradicen con la idea de que él simplemente fue un gran hombre o un profeta. En más de una ocasión Jesús se refirió a sí mismo como el Hijo de Dios. Cuando se le preguntó a Bono, el cantante de U2, si él pensaba que era inverosímil que Jesús fuera el Hijo de Dios, él contestó:
“No, para mí no es algo increíble. La respuesta secular al relato de Jesucristo siempre es así: Él fue un gran profeta, obviamente era un tipo muy interesante, tenía muchas cosas que decir como los otros grandes profetas, sea Elías, Mahoma, Buda o Confucio. Pero Jesús no te permite eso. Él no te deja librarte tan fácilmente del problema. Jesús dice, No. No estoy diciendo que soy un maestro, no me digan maestro. No estoy diciendo que soy un profeta…estoy diciendo que soy Dios encarnado”. Y la gente dice: No, no, por favor, sé un profeta nomás. Podemos lidiar con un profeta”.
Antes de analizar las afirmaciones de Jesús, es importante entender que él las hizo dentro del contexto de la creencia judía en un solo Dios (monoteísmo). Ningún judío creyente creería alguna vez en más de un Dios. Y Jesús creía en el único Dios, rezándole a su Padre como, “el único Dios verdadero”.
Pero en esa misma oración, Jesús habló de haber existido siempre con su Padre. Y cuando Felipe le pidió a Jesús que les muestre al Padre, Jesús dijo, “Tanto tiempo como llevo con vosotros y ¿no has llegado a conocerme, Felipe? Quien me ve a mí está viendo al Padre”. Entonces, la pregunta es: ¿Jesús estaba afirmando ser el Dios hebreo que creó el universo?

¿Jesús afirmó ser el Dios de Abraham y Moisés?


Jesús se refería a sí mismo de maneras que desconcertaban a sus seguidores. Tal como señala Piper, Jesús hizo la afirmación audaz de que, “antes de que Abraham naciera, ¡yo SOY!” Le dijo a Marta y las personas a su alrededor, “Yo SOY la resurrección y la vida. El que cree en mí vivirá, aunque muera”.Asimismo, Jesús decía cosas como, “Yo SOY la luz del mundo”, “Nadie llega al Padre sino por mí” o, “Yo SOY la verdad” . Éstas y otras afirmaciones suyas fueron precedidas por las palabras sagradas para nombrar a Dios: “Yo SOY” (ego eimi).[16] ¿Qué quiso decir Jesús con estas afirmaciones? ¿Y qué significado tiene el término “Yo SOY”?
Una vez más, debemos analizar el contexto. En las Sagradas Escrituras Hebreas, cuando Moisés preguntó a Dios su nombre en la zarza ardiente, Dios respondió, “Yo SOY”. Él le estaba revelando a Moisés que Él es el único Dios, que trasciende al tiempo y siempre ha existido. Increíblemente, Jesús usaba estas palabras sagradas para describirse a sí mismo. La pregunta es ¿por qué? Desde el tiempo de Moisés, ningún judío practicante se referiría nunca a sí mismo ni a ningún otro hombre como “Yo Soy”. Por ello, las afirmaciones de “Yo SOY” de Jesús enfurecieron a los líderes judíos. Una vez, por ejemplo, algunos líderes le explicaron a Jesús por qué  trataban de matarlo: “Porque tú, siendo hombre, te haces pasar por Dios” .
El uso por Jesús del nombre de Dios enfureció a los líderes religiosos. Pero lo importante es que éstos estudiosos del Antiguo Testamento sabían exactamente lo que él estaba diciendo – él estaba afirmando ser Dios, el Creador del universo. Sólo esta afirmación habría conllevado la acusación de blasfemia. Entender a partir de estos textos  que Jesús afirmó ser Dios claramente se justifica, no simplemente por sus palabras, pero también por la reacción a estas palabras.
C. S. Lewis inicialmente consideró que Jesús era un mito. Pero este genio literario que conocía los mitos muy bien concluyó que Jesús tiene que haber sido una persona real. Más aún, a medida que Lewis estudió las pruebas de la existencia de Jesús, se convenció de que Jesús no sólo fue real, sino de que fue diferente a cualquier otro hombre que haya vivido. Lewis escribió,
“Y allí está la verdadera sorpresa’ dice Lewis: ‘Entre estos judíos de pronto aparece un hombre que habla como si fuera Dios. Dice que puede perdonar los pecados. Dice que siempre ha existido. Dice que vendrá para juzgar al mundo al fin del tiempo”.
Lewis pensaba que las afirmaciones de Jesús eran simplemente demasiado radicales y profundas para haber sido hechas por un maestro o líder religioso común. (Para ver un análisis más exhaustivo de la afirmación de Jesús de su divinidad, ver “¿Jesús afirmaba ser Dios?” http://y-jesus.org/spanish/more/jcg-jesus-afirmo-ser-dios/).

¿Qué clase de Dios?


Algunos sostienen que Jesús solamente estaba afirmando ser parte de Dios. Sin embargo, la idea de que todos somos parte de Dios, y que dentro de nosotros esta la semilla de la divinidad, simplemente no es un posible significado de las palabras y acciones de Jesús. Tales pensamientos son revisionistas, son ajenos a sus enseñanzas, ajenos a las  creencias que expresó, y ajenos a  cómo entendieron sus enseñanzas los discípulos.
Jesús enseñó que él es Dios de la manera que los judíos entendían a Dios y la manera que las Escrituras Hebreas describían a Dios, no de la manera en que el movimiento de la Nueva Era entiende a Dios. Ni Jesús ni su público habían sido criados viendo la Guerra de las Galaxias, por lo cual, cuando ellos hablaban de Dios, no estaban hablando de fuerzas cósmicas. Redefinir lo que Jesús quiso decir con el concepto de Dios es simplemente un mal enfoque histórico. Lewis explica que:
“Dejemos esto en claro. Entre los panteístas, como los hindúes, cualquiera podría decir que él es parte de Dios, o que es uno con Dios…Pero este hombre, dado que era un judío, no podría referirse a esa clase de Dios. Dios, en su idioma, significaba el Ser que está fuera del mundo, que lo había creado y era infinitamente distinto a cualquier otra cosa. Y cuando uno haya entendido eso, podrá ver que lo que dijo este hombre fue simplemente lo más escandaloso que alguna vez ha pronunciado un humano”.
Por cierto, hay personas que aceptan a Jesús como un gran maestro, pero no están dispuestos a llamarlo Dios. Como deísta, hemos visto que Thomas Jefferson no tenía ningún problema con aceptar las enseñanzas de Jesús sobre la moral y la ética, a la vez que negaba su divinidad. Pero como hemos señalado, y examinaremos en mayor profundidad, si Jesús no era quien afirmaba ser, entonces debemos analizar algunas otras alternativas, ninguna de las cuales harían de él un gran maestro moral. Lewis argumentó, “Lo que estoy tratando de impedir es que alguien diga esa cosa realmente absurda que la gente a menudo dice de Él: ‘Estoy listo para aceptar a Jesús como un gran maestro moral, pero no acepto su afirmación de ser Dios’. Esa es la única cosa que no debemos decir”.
En su búsqueda de la verdad, Lewis sabía que respecto de la identidad de Jesús sólo podía ser la una o la otra. O Jesús era quien afirmaba ser – Dios encarnado – o sus afirmaciones eran falsas. Y si éstas eran falsas, Jesús no podría ser un gran maestro moral. Él estaría mintiendo intencionalmente o sería un demente con un complejo de Dios.

¿Es posible que Jesús estaba mintiendo?


Aún los críticos más severos de Jesús rara vez han dicho que era un mentiroso. Sin duda, esa etiqueta no concuerda con las elevadas enseñanzas morales y éticas de Jesús. Pero si Jesús no es quien afirmaba ser, debemos considerar la opción de que él engañaba a todos intencionalmente.
Uno de los trabajos políticos más conocidos y más influyentes de todos los tiempos fue escrito por Nicolás Maquiavelo en 1532. En su obra clásica, El Príncipe, Maquiavelo exalta el poder, el éxito, la imagen y la eficiencia por encima de la lealtad, la fe y la honestidad. Según Maquiavelo, mentir está bien si logra un fin político.
¿Podría Jesucristo haber construido toda su vida pastoral a partir de una mentira sólo para obtener el poder, la fama o el éxito? De hecho, los opositores judíos de Jesús trataron constantemente de exponerlo como un fraude y un mentiroso. Ellos lo inundaban con preguntas a fin de tenderle una trampa para que se contradijera. Sin embargo, Jesús respondía con una notable coherencia.
La pregunta que debemos analizar es, ¿qué podría motivar a Jesús a vivir su vida entera como una mentira? El enseñó que Dios se oponía a la mentira y a la hipocresía, por lo cual, él no lo estaría haciendo para complacer a su Padre. Él claramente no mintió para beneficio de sus seguidores, dado que todos menos uno fueron martirizados por no renegar de su Divinidad (ver “¿Los apóstoles creían que Jesús es Dios?” http://www.y-jesus.com/apostles_jesus_god_1.php). Y entonces, nos quedamos con sólo dos explicaciones razonables, cada una de las cuales es problemática.

 Beneficio

Mucha gente ha mentido por ganancia personal. De hecho, la motivación de la mayoría de las mentiras es algún beneficio percibido para uno mismo. ¿Qué podría haber esperado ganar Jesús al mentir sobre su identidad? El poder sería la respuesta más obvia. Si la gente creía que él era Dios, él tendría un enorme poder. (Es por eso que muchos líderes antiguos, tales como los Césares, afirmaban su origen divino.)
El problema con esta explicación es que Jesús rechazó todos los intentos de posicionarlo para el poder establecido, y más bien criticó duramente  a aquellos que abusaron de dicho poder y vivieron sus vidas persiguiéndolo. Además, él optó por acercarse a los marginados (las prostitutas y los leprosos), aquellos que no tenían poder, creando una red de gente cuya influencia era menos que cero. De una manera que sólo puede ser descrita como extraña, todo lo que Jesús hizo y dijo iba en dirección diametralmente opuesta al poder.
Parecería que, si el poder fue la motivación de Jesús, él habría evitado la cruz a toda costa. Sin embargo, en varias ocasiones, él les dijo a sus discípulos que la cruz era su destino y misión. ¿Cómo podría morir en una cruz romana traerle a uno poder?
La muerte, por supuesto, pone todo en perspectiva. Y mientras que muchos mártires han muerto por una causa en la que ellos creían, pocos han estado dispuestos a morir por una mentira conocida. Sin duda, toda esperanza para la propia ganancia personal de Jesús habría terminado en la cruz. Sin embargo, hasta su último suspiro, él se negó a renunciar a su afirmación de ser el único Hijo de Dios. El estudioso del Nuevo Testamento J.I. Packer señala que este título es una afirmación de la divinidad personal de Jesús.

 Un Legado


Por lo tanto, si Jesús estaba por encima de mentir para su propio beneficio, quizás sus afirmaciones radicales fueron falseadas con el propósito de dejar un legado. Pero la posibilidad de recibir una tremenda paliza y ser clavado a una cruz enfriaría rápidamente el entusiasmo de la mayoría de las superestrellas en potencia.
Y hay otro hecho fascinante. Si Jesús  simplemente hubiera renunciado a su afirmación de ser el Hijo de Dios, él nunca habría sido condenado. Fue su afirmación de ser Dios y no estar dispuesto a retractarse de ello que lo llevó a la crucifixión.
Si aumentar su credibilidad y reputación histórica fue lo que motivó a Jesús a mentir, hay que explicar cómo un hijo de carpintero de un pueblo pobre de Judea pudo prever los eventos que catapultarían su nombre a la prominencia mundial. ¿Cómo sabría que su mensaje sobreviviría? Los discípulos de Jesús habían huido y Pedro lo había negado. No es precisamente la fórmula para dar inicio a un legado religioso.
¿Los historiadores creen que Jesús mintió? Los estudiosos han analizado en detalle las palabras y vida de Jesús para ver si hay alguna evidencia de un defecto en su carácter moral. De hecho, incluso los más ardientes escépticos están sorprendidos por la pureza moral y ética de Jesús.
Según el historiador Philip Schaff, no hay evidencia, ni en la historia de la iglesia ni la historia secular, de que Jesús haya mentido acerca de algo. Schaff argumentó,“¿Cómo, en nombre de la lógica, el sentido común y la experiencia, podría un hombre mentiroso, egoísta y depravado haber inventado, y continuamente mantenido desde el principio hasta el fin, el más puro y noble carácter conocido en la historia con el más perfecto aire de verdad y realidad?”
La opción de mentiroso parece nadar contra corriente ante todo lo que Jesús enseñó, vivió, y por lo que murió. Para la mayoría de los estudiosos, simplemente no tiene sentido. Sin embargo, para negar las afirmaciones de Jesús, uno debe ofrecer alguna explicación. Y si las afirmaciones de Jesús no son verdaderas, y él no estaba mintiendo, la única opción que queda es que él debió haberse engañado a sí mismo.

¿Jesús podría haber sido enfermo mental?


Albert Schweitzer, quién fue galardonado con el Premio Nobel en 1952 por su trabajo humanitario, tenía sus propias opiniones sobre Jesús. Schweitzer concluyó que la locura era la causa de las afirmaciones de Jesús de ser Dios. Es decir, que Jesús estaba equivocado sobre sus afirmaciones, pero no mentía intencionalmente. Según esta teoría, Jesús en realidad se engañaba a sí mismo, creyendo realmente que él era el Mesías.
Lewis consideró esta opinión cuidadosamente. Lewis dedujo que si  las afirmaciones de Jesús no eran ciertas, entonces él tendría que haber estado loco. Lewis argumenta  que alguien que afirmaba ser Dios no sería un gran maestro moral.  “Él podría ser un enfermo mental – al nivel de un hombre que dice ser un huevo hervido – o de lo contrario él sería el Diablo del Infierno”.
La mayoría de las personas que han estudiado la vida y las palabras de Jesús reconoce que él era extremadamente racional. Si bien su propia vida estuvo llena de inmoralidad y escepticismo personal, el renombrado filósofo francés Jean-Jacques Rousseau (1712-78) reconoció el carácter superior y el aplomo de Jesús: “Cuando Platón describe su hombre recto imaginario…él describe exactamente el personaje de Jesús…Si la vida y muerte de Sócrates son las de un filósofo, la vida y muerte de Jesús son las de un Dios”.

Bono concluye que “loco” es la última etiqueta que uno le podría poner a Jesús.

“Lo que nos queda entonces es que Jesús era quien decía ser o si no, estaba totalmente chiflado. Es decir, estamos hablando de un loco al nivel de Charles Manson…No es broma. La idea de que todo el curso de la civilización para la mitad del mundo se hubiera visto cambiado y puesto de cabeza por un loco, para mí, es difícil de creer…” 
Entonces, ¿Jesús fue un mentiroso o un demente, o fue el Hijo de Dios? ¿Podría haber estado en lo correcto Jefferson al etiquetar a Jesús de “sólo un buen maestro moral” a la vez que negaba su deidad? Es interesante que el público que escuchó a Jesús – tanto los creyentes como los enemigos – nunca lo considerara como un simple maestro moral. Jesús generó tres efectos principales en la gente que lo conoció: odio, terror o adoración.
Las afirmaciones de Jesucristo nos obligan a escoger. Como dijo Lewis, no podemos ubicar a Jesús en la categoría de ser solamente un gran líder religioso o un buen maestro moral.  Este antiguo escéptico nos desafía a tomar nuestras propias decisiones sobre Jesús:
“Uno debe elegir. O este hombre fue y es el Hijo de Dios, o si no, era un loco o algo peor. Uno puede callarlo por ser un tonto, escupirle y matarlo por ser un demonio o puede caer a sus pies y llamarlo Señor y Dios. Pero no nos permitamos  disparates condescendientes  de que fue un gran maestro humano. Él no nos dejó esa posibilidad. No era su intención hacerlo”.
En su libro Mere Christianity (Mera cristiandad), Lewis explora las opciones respecto de la identidad de Jesús y concluye que él es exactamente lo que afirmaba ser. Su cuidadoso estudio de la vida y las palabras de Jesús llevó a este gran genio literario a renunciar a su anterior ateísmo y volverse un cristiano comprometido.
La gran pregunta de la historia de la humanidad es, “¿Quién es el verdadero Jesucristo?” Bono, Lewis e innumerables más han concluido que Dios visitó nuestro planeta en forma humana. Pero si eso es cierto, esperaríamos que él estuviera vivo hoy en día. Y eso es exactamente lo que creen sus seguidores.

¿Jesús realmente resucitó?


Los testigos presenciales de Jesucristo realmente hablaban y actuaban como si ellos creyeran que él hubiera resucitado físicamente de la muerte después de su crucifixión. Si ellos estaban equivocados, la cristiandad se fundó sobre la base de una mentira. Pero si tenía razón, dicho milagro sería una prueba de todo lo que dijo Jesús sobre Dios, sobre sí mismo y sobre nosotros.
Pero, ¿debemos creer en la resurrección de Jesús únicamente basados en la fe o hay pruebas históricas sólidas? Varios escépticos han estudiado los registros históricos a fin de probar la falsedad del relato de la resurrección. ¿Qué descubrieron?

¿Jesús dijo qué pasa después de la muerte?


Si Jesús realmente resucitó, entonces debe saber qué hay al otro lado. ¿Qué dijo Jesús sobre el sentido de la vida y sobre nuestro futuro? ¿Hay muchos caminos a Dios, o Jesús dijo que él era el único camino? Lea las respuestas sorprendentes en “¿Por qué Jesús?”

¿Jesús le puede dar sentido a la vida?


¿Puede Jesús contestar las grandes preguntas de la vida? ¿Quién soy?, ¿Por qué estoy aquí? y ¿A dónde me dirijo? Jesús hizo afirmaciones sobre la vida y nuestro propósito aquí en la Tierra, que se deben analizar antes de considerarlo poco compasivo o impotente. Este artículo, “¿Por qué Jesús?”, estudia el misterio de por qué vino Jesús a la Tierra, y qué significa eso para nosotros.


Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela. Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/

Cardenales a un triunfo de la Serie Mundial

San Luis (EEUU), 18 oct (EFE).- El abridor Adam Wainwright lanzó una joya de pelota y recibió el apoyo del bateo productivo de los Cardenales de San Luis, que vencieron por 8-1 a los Gigantes de San Francisco en el cuarto partido de la Serie de Campeonato de la Liga Nacional y se colocaron con la ventaja de 3-1 al mejor de siete.
Los Cardenales, actuales campeones defensores del banderín de la Nacional y del “Clásico de Otoño” podrían volver por segunda temporada consecutiva y esta vez para tener de rivales a los Tigres de Detroit, que ganaron 8-1 a los Yanquis de Nueva York en el cuarto partido de la serie de la Americana para barrerla por 4-0.
Wainwright (1-0), que no tuvo su mejor comienzo de año debido a que volvió de la grave lesión que sufrió en el codo y que le tocó pasar por el quirófano para hacerle el procedimiento quirúrgico que se conoce como Tommy John, recuperó el control de los lanzamientos.
El abridor derecho completó siete entradas en el montículo para espaciar sólo cuatro imparables, incluido el jonrón solitario que le pegó el jardinero derecho Hunter Pence en la parte alta de la segunda entrada, no dio bases por bolas y abanicó a cinco bateadores rivales.
El relevista mexicano Fernando Salas sacó los seis últimos “outs” del partido y aunque en la parte baja de la novena entrada permitió jonrón de dos carreras que le hizo el tercera base venezolano Pablo Sandoval, hizo su trabajo con dos imparables cedidos, no dio bases por bolas y sacó un ponche.
El bate oportuno y productivo de los Cardenales lo pusieron los jardineros Matt Holliday y Jon Jay, junto al receptor boricua Yadier Molina, que impulsaron un par de carreras cada uno y ayudaron a que su equipo tuviese nada menos que 12 imparables, después que en los tres primeros partidos de la serie tuvieron sólo .198 de promedio de bateo.
El acierto ofensivo de los Cardenales llegó en el mejor momento después que el equipo de San Luis perdió por lesión al mejor toletero que habían tenido en los partidos anteriores, como es el jardinero boricua Carlos Beltrán, que fue baja por lesión.
La derrota fue para el abridor estelar Tim Lincecum, que a la inversa de Wainwright, ha ido de más a menos y sólo pudo aguantar en el montículo cuatro entradas y dos tercios.
Lincecum (0-1), que no lanzaba en la fase final desde la Serie Mundial del 2010, fue castigado con seis imparables, cuatro carreras limpias, dio tres bases por bolas y sacó tres ponches después de realizar 91 lanzamientos y 51 fueron “strikes”.
Los Cardenales podrán asegurar el pase a la Serie Mundial como comodín, si el viernes por la noche en el mismo escenario del Busch Stadium, de San Luis, con el abridor Lance Lynn consiguen de nuevo la victoria en el quinto partido.
El futuro y la continuidad de los Gigantes dependerá del rendimiento que pueda tener en el montículo el veterano abridor zurdo Barry Zito, que no ha tenido tampoco su mejor desempeño en la fase final.EFE
Fotoleyenda: SAN LOUIS (EEUU), 18/10/2012.- El jardinero central de los Cardenales de San Luis, Jon Jay (i), celebra con el receptor, Yadier Molina (d), después de vencer a los Gigantes de San Francisco hoy, jueves 18 de octubre de 2012, en el cuarto juego del Campeonato de la Serie de la Liga Nacional en el estadio Busch de San Louis (EEUU). EFE/LARRY W. SMITH

Editor: Teólogo-Informático Roberto RomeroPrensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/

Windows 8 versus Windows 8 RT: Esto es lo que hay que saber

Estamos a 8 días del lanzamiento oficial de Windows 8, el próximo sistema operativo de Microsoft, que implicará grandes cambios respecto a lo que estábamos acostumbrados a usar desde 1995 aproximadamente. También es la primera vez que Windows tiene dos versiones.
A diferencia de todos los Windows hasta ahora, creados para PC, Windows 8 también está creado para tablets. Se trata de un asunto que seguramente confundirá a más de alguno. ¿Qué pasa si me quiero comprar un equipo nuevo? ¿Cómo sé qué tipo de Windows trae? ¿Qué diferencia a uno de otro? Aquí, los detalles de Windows 8 RT y Windows 8.

Windows 8 RT

  • Está diseñado para equipos que utilicen procesadores con arquitectura ARM, es decir, los chips que ocupan la mayoría de los tablets. De este modo, las tabletas más baratas que vengan con Windows 8 probablemente tendrán la versión RT instalada.
  • Al utilizar otra arquitectura, los programas antiguos de Windows ya no se podrán usar en esta versión. Microsoft de hecho creará una versión especial de Office 2013, por ejemplo, para que pueda correr en este tipo de equipos, diferente a la versión “normal”. Además, sólo se podrán instalar aplicaciones que sean descargadas de la tienda oficial.
  • Esta versión de Windows no se puede comprar o descargar, sino que sólo vendrá únicamente preinstalada en los dispositivos. De este modo, si estás interesado en comprar un equipo con Windows 8, vale la pena revisar para qué lo vas a utilizar.
  • Microsoft marcó su dispositivo Surface al lanzar el Surface RT y el “Surface Pro”, el primero a USD$499 con la versión para tablets ARM de Windows, y el segundo con la versión para PCs con chips x86, que saldrá a la venta el próximo año.

Windows 8

  • Es la versión creada para chips con arquitectura x86_64, es decir, la que utilizan los PCs y notebooks normales (procesadores Intel o AMD). Esta versión vendrá instalada en notebooks con pantalla táctil, híbridos que se separan en dos y otros modelos en la mayoría de los casos de mayor rendimiento. También es la que se puede comprar para instalar en tu propio PC actual.
  • Con esta versión, Microsoft entró en algunos problemas de nombre ya que Windows 8 para x86 en realidad tiene tres versiones: “Windows 8″ a secas que vendría a ser lo que en Windows 7 se conoció como “home basic”, “Windows 8 Pro”, que equivale a las versiones “professional” y “ultimate” del sistema operativo anterior, y “Windows 8 Enterprise”, para empresas.
  • A diferencia de la versión RT, esta versión de Windows 8 puede correr programas antiguos, y también se le puede instalar software que no sea descargado de la tienda de aplicaciones.
  • No trae preinstalado Office, como sí lo hace la versión RT, aunque vendrá con Windows Media Player.
Windows RT Windows 8
Arquitectura ARM x86
Pantalla de inicio y Live Tiles
Escritorio Parcial
Aplicaciones de terceros Sólo de “estilo moderno” Estilo moderno y tradicionales
Windows Store
Windows Media Player no
Office Versión especial de Office 2013 incluída sí lo corre, pero no viene incluido
Internet Explorer 10
¿Admite teclado y mouse?





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Ya se puede descargar Ubuntu 12.10 Quantal Quetzal

Como adelantábamos ayer, Ubuntu 12.10 Quantal Quetzal ya está disponible para descarga. La ISO pesa 753 MB y aunque la nueva versión de esta distribución no trae cambios demasiado revolucionarios, sí tiene varias actualizaciones que vale la pena revisar.
En el código, Quantal Quetzal integra el kernel Linux 3.5.4, con algunas aplicaciones y bibliotecas de GNOME 3.6, aunque el shell de este no está presente en el sistema operativo, optando en cambio por la interfaz Unity como se viene haciendo desde hace ya bastante tiempo.
Ahora, en el funcionamiento de Ubuntu, uno de los cambios principales es la mayor integración del sistema operativo con la nube, y la manera en que el menú (dash) de Unity interactúa con el contenido que tienes almacenado en la máquina, y en la nube. El dash ahora puede hacer búsquedas y navegar contenido tanto del disco duro como de la web. Quantal Quetzal incluye una API que permite hacer búsquedas en servicios como Google Drive, Flickr o Facebook, por ejemplo.
También cuando busques música, aparecerán en los resultados las canciones que tienes en tu disco, y opciones para comprar canciones en Ubuntu One y Amazon. Esta característica ha recibido bastantes críticas debido a que violaría la privacidad del usuario, pero es una manera en que Canonical está intentando monetizar el sistema operativo. Si como usuario de Ubuntu terminas comprando algo en Amazon a raíz de una búsqueda, Canonical recibirá un porcentaje de la venta.
Por otro lado, la versión 12.10 incluye la posibilidad de generar “aplicaciones de escritorio” de las aplicaciones web que más usas. Por ejemplo, en lugar de abrir el navegador para entrar a tu correo o a tu cuenta de Twitter, puedes crear un icono en Unity que funcionará con Firefox para abrir directamente el sitio que te interesa ver.

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