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VENTANA PANORÁMICA…
POR. JOSE ISIDRO CORDERO
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Al oír la palabra subsidiaridad,
¿cuál es la noción o idea primera que invade el pensamiento de las personas? A
menos que algunos ya tengan una expresa definición sobre esa palabra, la
tendencia es a pensar en las dádivas, donaciones, obsequios, subsidios (de allí
deriva la palabra) que, específicamente, el Gobierno otorga a personas e
instituciones para que solventen problemas. Desde la perspectiva sociológica,
precisamos que el concepto “subsidiaridad” es principios fundamental en la
consolidación de la convivencia social; incluso, la Iglesia Católica lo establece y defiende
en función de fortalecer las bases del respeto a los Derechos Humanos.
Hay regímenes políticos que
entienden y ejecutan el principio de subsidiaridad como un mecanismo idóneo
para solidificar posiciones de poder, manteniendo a determinados estratos
sociales bajo estado de dominación, subyugados y amenazados en la posibilidad
de ser excluidos si no piensan y actúan conforme al pensamiento y la acción
oficialista. Esos regímenes dejan de lado el criterio de que el subsidio debe
ser y tiene que ser, una política administrativa transitoria que se aplica para
superar condiciones que, en determinados momentos, atentan contra la integridad
de las personas; y la asumen como práctica de larga duración. La demanda
imprescindible que las sociedades deben hacer a sus gobiernos, es la promoción
del desarrollo integral, las vías para llegar a él son, precisamente,
obstaculizadas por la permanencia de los
subsidios.
En la Encíclica Quadragésimo Anno
(Papa Pio XI, 1941) la Iglesia puntualiza y profundiza sobre el principio de
subsidiaridad enfatizando que su ejercicio debe garantizar que las personas,
las familias y las comunidades pequeñas o menores, conserven su capacidad de
acción ordenándola al bien común, y que el Estado, realice sólo lo que aquéllas
no estén en capacidad de ejecutar. Queda claro que la Iglesia admite y postula
el ejercicio de la subsidiaridad, pero rechaza que sea empleado para mantener
supremacía sobre distintos extractos sociales con miras a acumular poder
político.
Por esa razón, en su libro: “De
la Venezuela Real a la Posible, Doctrina Social de la Iglesia”, con gran
acierto, Monseñor Ovidio Pérez Morales indica: “Las fórmulas paternalistas y
hegemónicas no promueven un desarrollo integral compartido, sino que aumentan la dependencia y favorecen la corrupción. Una sociedad
democrática genuina se caracteriza por la presencia activa de ciudadanos que toman
en sus manos y co-organizan, según sus capacidades y oportunidades,… su comunidad
política”. La subsidiaridad supera el proverbio de no dar un pez al hombre,
sino enseñarlo a pescar, porque sostiene en su estructura dialéctica que
enseñarlo a pescar todavía es dejarlo a medio camino hacia la búsqueda de su
superación con plena libertad: la complementariedad es enseñarlo a que, en lo
posible, construya y se proporcione los instrumentos de pesca.
BRISAS SUAVES
VENTANA PANORÁMICA…
Por: JOSE ISIDRO CORDERO
¡UN HECHO QUE puede reforzar el
criterio del realismo mágico que suponen los relatos de la literatura
americana! Eso es lo que uno puede sustraer de las palabras del Presidente
Nicolás Maduro, al presentarse a la Asamblea Nacional (AN) para introducir
petición de Poderes Especiales que le permitan legislar contra la corrupción.
Como bien sabemos, los poderes especiales que la AN está en facultad de otorgar
al Presidente de la República, para que sean legales, deben ser aprobados por
una mayoría calificada de las dos terceras partes de sus integrantes, y no de
una proporción igual de los diputados que asisten a una sesión, en un
determinado momento; la soberanía popular no le otorgó al oficialismo esa
mayoría calificada, sin embargo ellos pregonan que la tienen. ¿Cómo pueden
lograr esa mayoría? Que voluntariamente algunos diputados de oposición se
adhieran a la bancada oficialista; eso parece muy difícil de concretarse. O que
mediante sobornos y amenazas se dobleguen voluntades de ciertos diputados. Esto
último parece que es la puerta por donde piensan entrar. Pero ¿son o no el soborno
y la amenaza vivos ejemplos de corrupción? He ahí lo enrevesado de la cuestión;
piensan pedir mecanismos para luchar contra la corrupción empleando métodos de
corrupción… USTED VOLVERÁ a leerme.
VENTANA PANORÁMICA…
Por: JOSE ISIDRO CORDERO
UN VULGAR ATROPELLO, no contra los diputados
Bracho y Borges, por su inconformidad ante lo que decía el Presidente Maduro en
la Asamblea Nacional, sino contra la soberanía popular, al pretender
sancionarlos retirándoles el derecho de palabra en las sesiones. El pueblo
manda sus representantes a la AN precisamente para que se opongan y muestren su
desacuerdo contra todo lo que pretenda torcerle el cuello a la verdad. Si ese
procedimiento, que desea poner en práctica el diputado Diosdado Cabello, prospera, lo que nos viene es ver a los
diputados de oposición salir del Capitolio con las manos esposadas y con par de
grillos en los pies, cuando emitan opinión que desagrade al oficialismo; ese
procedimiento es contrario a la Constitución… USTED VOLVERÁ a leerme.
VENTANA PANORÁMICA…
Por: JOSE ISIDRO CORDERO
UNA VEZ MÁS el hermano en la fe
católica, Enrique (Piccolin) Ordaz testimonia su apego al mandamiento cristiano
de ayuda al prójimo. Piccolin ha hecho llegar a la Pastoral Social Cáritas de
la Diócesis de Cumaná, su disposición de sumarse a la Asociación Civil Amigos
de Cáritas para colaborar en las acciones sociales que adelanta la Iglesia.
Saludamos esa iniciativa, a la vez que dejamos sentado el conocimiento que tenemos de la rectitud ciudadana de
Piccolin y de su voluntad por ser siempre un desinteresado servidor… USTED
VOLVERÁ a leerme.
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/