VENTANA
PANORÁMICA…
JOSÉ ISIDRO CORDERO |
Los
comentarios surgidos con respecto al caso de la sentencia Leopoldo López son gruesos en cantidad de
palabras y amplios en desplazamiento territorial. Los medios de comunicación
mundiales se han ocupado de divulgar las reacciones, opiniones y
consideraciones de diversos actores sociales, políticos y culturales en el
ámbito internacional. Es bastante lo dicho, pero no suficiente debido a la
sustracción de fortaleza en la confianza hacia las instituciones;
principalmente el daño a la institución jurídica. Algunos se expresan poniendo
énfasis en la parte de la sentencia, definiéndola como un hecho atroz, tal vez
esa es la parte menos indignante de todo lo ocurrido; eso estaba previsto,
apostar por otra salida hubiese sido temerario. Lo señalable como inadecuado,
rechazable por atentatorio contra toda brizna de derecho, en el caso de
Leopoldo López –por supuesto, no es en el único aplicable por los tribunales
venezolanos-, es toda la ejecutoria procesal llevada a cabo. Ella estuvo
plagada de abusos espeluznantes. Fue toda una trama complejamente entrelazada
de vicios en cuyo transito no hubo, jamás, vestigio de apego al respeto de los
derechos humanos. Fue todo un caminar por vericuetos judiciales, donde lo menos
relevante pudo haber sido el rechazo o el desmérito de testigos y pruebas con
gran peso en la comprobación de inocencia, o de mucha sustancia en la
atenuación de cargos imputados.
Por
la forma como es llevado (todavía no ha terminado) el juicio a Leopoldo López,
la decisión de la juez Barreiros viene a ser un resultado lógico, sin embargo
pudiéramos preguntar: ¿La juez Barreiros tuvo opción a determinar una condena
distinta o su decisión, en la lógica del proceso, respondió a las exigencias de
poderes fácticos actuantes por vía colateral al desplazamiento de tribunalicio?
Todo indica o lleva a la siguiente conclusión: en la magnitud de la condena a
Leopoldo López y a los otros procesados, la juez sucumbió ante un misterioso y
caprichoso juego de intereses políticos, los cuales se solazan en la idea de propugnar
el desprecio por la justicia venezolana, condenándola como método de
aproximación a la igualdad social. Si ese desprecio por la justicia venezolana
prospera, entonces las consecuencias de la interrelación social sólo podrán ser
dirimidas por un intercepción de un salvador, al cual no podrá discutírsele la
inclinación de la balanza.
Editor: Teólogo-Ingeniero Informatico: Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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