Por Wayne Grudem
¿Por qué deben los cristianos
estudiar teología sistemática? Es decir, ¿por qué debemos empeñarnos en el
proceso de recoger y hacer un sumario de las enseñanzas de muchos pasajes
individuales de la Biblia sobre temas en particular? ¿Por qué no es suficiente
seguir leyendo la Biblia en forma regular todos los días de nuestras vidas?
1. La razón básica. Se han dado
muchas respuestas a esta pregunta, pero demasiado a menudo se deja la impresión
de que la teología sistemática de alguna manera puede «mejorar» lo que dice la
Biblia al hacer un mejor trabajo en organizar sus enseñanzas y explicarlas más
claramente de lo que la misma Biblia las explica. Así podemos empezar negando
implícitamente la claridad de la Biblia.
Sin embargo, Jesús ordenó a sus
discípulos y nos ordena ahora enseñar a los creyentes a que observen todo lo
que él ordenó:
Por tanto, vayan y hagan
discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a
ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
(Mt 28:19-20)
Enseñar todo lo que Jesús ordenó,
en un sentido limitado, es enseñar el contenido de la enseñanza oral de Jesús
según se registra en las narrativas de los Evangelios. Sin embargo, en un
sentido más amplio, «todo lo que Jesús ordenó» incluye la interpretación y
aplicación de su vida y enseñanzas, porque el libro de Hechos contiene una
narración de lo que Jesús continuó haciendo y enseñando por medio de los apóstoles
después de su resurrección (nótese que 1:1 habla de «todo lo que Jesús comenzó
a hacer y enseñar»). «Todo lo que Jesús ordenó» también puede incluir las
Epístolas, puesto que fueron escritas bajo la supervisión del Espíritu Santo y
también se consideraron como un «mandamiento del Señor» (1 Co 14:37; véase
también Jn 14:26; 16:13; 1 Ts 4:15; 2 P 3:2; y Ap 1:1-3). Así que, en un
sentido más amplio, «todo lo que Jesús ordenó» incluye todo el Nuevo
Testamento.
La tarea de cumplir la gran
comisión incluye, por lo tanto, no solo evangelización, sino también enseñanza,
y la tarea de enseñar todo lo que Jesús nos ordenó es, en un sentido amplio, la
tarea de enseñar lo que la Biblia entera nos dice hoy. Para enseñarnos a
nosotros mismos efectivamente, y enseñar a otros lo que la Biblia entera dice,
es necesario recoger y resumir todos los pasajes bíblicos sobre un tema en
particular.
2. Los beneficios para nuestra
vida.
Aunque la razón básica de
estudiar la teología sistemática es que es un medio de obediencia al
mandamiento de nuestro Señor, hay también algunos beneficios adicionales que
surgen de tal estudio.
Primero, estudiar la teología nos
ayuda a superar nuestras ideas erradas. Si no hubiera pecado en nosotros,
podríamos leer la Biblia de tapa a tapa y, aunque no aprenderíamos de inmediato
todo lo que dice la Biblia, con mucha probabilidad aprenderíamos solo co- sas
verdaderas en cuanto a Dios y su creación. Cada vez que la leyéramos
aprenderíamos más cosas ciertas y no nos rebelaríamos ni rehusaríamos aceptar
algo que esté escrito allí. Pero con el pecado en nuestros corazones retenemos
algo de rebelión contra Dios. En varios puntos hay —para todos nosotros—
enseñanzas bíblicas que por una razón u otra no queremos aceptar. El estudio de
teología sistemática nos ayuda a superar esas rebeldes ideas.
Segundo, estudiar teología
sistemática nos ayuda a tomar mejores decisiones más adelante sobre nuevas
cuestiones de doctrina que puedan surgir. No podemos saber cuáles nuevas
controversias doctrinales surgirán en las iglesias en las cuales viviremos y
ministraremos de aquí a diez, veinte o treinta años, si el Señor no regresa
antes. Estas nuevas controversias doctrinales a veces incluirán asuntos que
nadie ha enfrentado con mucha atención antes. Los cristianos preguntarán: «¿Qué
dice la Biblia entera en cuanto a este tema?». (La natu- raleza precisa de la
inerrancia bíblica y el entendimiento apropiado de la enseñanza bíblica sobre
los dones del Espíritu Santo son dos ejemplos de asuntos que han surgido en nuestro
siglo con mucha mayor fuerza que nunca antes en la historia de la iglesia).
Tercero, estudiar teología
sistemática nos ayudará a crecer como creyentes. Cuanto más sabemos de Dios, de
su Palabra, de sus relaciones con el mundo y la humanidad, más confiaremos en
él, más plenamente le alabaremos, y con mayor presteza le obedecere- mos.
Estudiar apropiadamente la teología sistemática nos hace creyentes más maduros.
Si no hacemos esto, no estamos estudiándola de la manera que Dios quiere.
Tomado del libro Como entender el
concepto del Hombre y el Pecado ©2014 por Wayne Grudem (ISBN:9780829764949).
Usado con permiso de Editorial Vida.
Editor: Teólogo-Ingeniero Informatico: Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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