Por Carlos Mraida
La causa básica de la
manipulación es la inmadurez emocional. Lo que evidentemente es malo en las
relaciones interpersonales, para el manipulador no lo es. Debido a su
inmadurez, no tiene la capacidad de evaluar si lo que está haciendo está bien o
mal. Como un niño, el manipulador solo piensa en obtener satisfacción con lo
que busca o pretende.
El manipulador sanguijuela
percibe a los demás como fuentes potenciales que suplen lo que precisa en el
momento, no como per- sonas con necesidades y sentimientos propios. El
manipulador cree que es un acreedor permanente y que los demás tienen que
satisfacer sus expectativas. Por eso solo dice: «¡Dame, dame!». Entender la
inmadurez emocional del manipulador resulta esencial para no caer en sus garras.
Muchas de sus estrategias
manipuladoras nos parecerían normales, y hasta simpáticas, si las practicara un
niño de dos años. Sin embargo, en personas ya maduras, resultan por completo
inadecuadas. Y esa es una razón por la que la gente cae con facilidad en sus
garras. Vemos a individuos con cuerpos de adultos, desempeñándose en el ámbito
laboral y profesional, pero emocionalmente y por ende en sus relaciones
personales son niñitos inmaduros y egocéntricos, ya que las raíces del rechazo,
el abandono y la desvalorización los mantienen en etapas infantiles,
impidiéndoles madurar.
Las personas manipuladoras
aparentan ser muy fuertes. Los «manipuladores sepulcro» dan la impresión de ser
muy poderosos, ya que nos provocan temor. De modo que, atemorizado, dices: «¡Qué
personalidad tan fuerte tiene Fulano!».
Los «manipuladores vientre
estéril» también parecen muy fuertes y seguros, pues muestran una apariencia de
superioridad que produce culpa y desvalorización en la vida de los demás. Al
señalar continuamente tus errores, te hacen sentir pequeño y aparentan ser
fuertes.
En su libro Una pena en
observación, C. S. Lewis nos recuerda la acción de los «manipuladores tierra
seca» cuando declara: «Gran parte de una desgracia cualquiera consiste, por así
decirlo, en la sombra de la desgracia, en la reflexión sobre ella». Es decir,
estas personas no solo han vivido una situación dolorosa, sino que la
convierten en una condición, se victimizan y nos inspiran lástima,
presentándose como individuos que soportan con firmeza todas las desgracias de
la vida y deseando hacernos creer que son fuertes y abnegados.
Los «manipuladores fuego» vienen
y arrasan con todo. Son aquellos que, ya sea por la vía de la seducción y la
atracción, o por la vía del dominio y el control, nos parecen más fuertes.
Cualquiera sea la estrategia de
la sanguijuela, su necesidad de «chupar» se debe a que cuando debía recibir
amor, atención, miradas y aprobación, no lo pudo hacer. De modo que ahora,
aunque ya es un adulto, necesita una «fuente emocional» de la cual succionar.
Algunas de las marcas distintivas
del manipulador son una gran inseguridad y una autoestima baja. Su gran
inseguridad hace que se muestre intolerante y dogmático, usando la crítica
destructiva e incluso la agresividad cuando su posición parece verse amenazada.
La inseguridad también se
manifiesta en su deseo casi compulsivo de enterarse de todo para que la
situación no se escape de su control. Le tiene pánico a la evaluación de los
demás. La inseguridad lo lleva a ser muy temeroso en sus relaciones sociales.
Siente miedo de no estar a la altura, de fracasar.
Tal vez pienses: Carlos, me voy a
volver un desconfiado, un escéptico, por miedo a que me estén manipulando. No,
no. Acuérdate que lo más importante no es lo que otro te diga, sino el efecto
que produce en ti. ¿Por qué te afecta tanto, ya sea de forma positiva o
negativa, lo que alguien diga de ti? Si necesitas la caricia emocional del
elogio para sentirte valorado e importante, te van a manipular, usar, abusar y
lastimar. Si vives con temor a perder tu trabajo porque crees que no eres lo
suficiente capaz como para que quieran tenerte en una empresa, vas a ser
víctima de empleadores y jefes abusadores. No obstante, cuando sabes que vales,
el que se tiene que cuidar es tu empleador abusador, en primer lugar porque
sabes cuán valioso eres, y en segundo porque vas a hacer una denuncia por
abuso.
La manera en que te veas a ti
mismo será clave a fin de evitar ser un objeto fácil de la manipulación de los
demás, ya que ese tipo de personas lo intentan con todos. Sin embargo, ¿te has
preguntado por qué con otros no lo logran y sí contigo? La forma en que te ves
a ti mismo es determinante. Enrique Mariscal ilustra claramente esta verdad con
una historia:
En un pequeño y lejano pueblo,
había una casa abandonada. Cierto día, un perrito logró meterse en ella por un
agujero que había en el portón. Subió lentamente las viejas escaleras de madera
hasta que se topó con una puerta semiabierta, y se adentró en el cuarto con
cautela. Con gran sorpresa, se dio cuenta de que dentro de esa habitación había
mil perritos más que lo observaban tan fijamente como él a ellos. El perrito
comenzó a mover la cola y a levantar sus orejas poco a poco. Los mil perritos
hicieron lo mismo. Luego le ladró alegremente a uno de ellos. El perrito se
quedó sorprendido al ver que los mil perritos también le sonreían y ladraban
alegremente como él. Cuando se alejó del cuarto, se quedó pensando en lo
agradable que le había resultado conocer el lugar y se dijo: «Volveré más seguido
por aquí». Pasado un tiempo, otro perrito callejero ingresó en la misma
habitación. A diferencia del primer visitante, al ver a todos los congéneres en
el cuarto, se sintió amenazado, ya que lo miraban de manera agresiva, con
desconfianza. Empezó a gruñir y vio, maravillado, cómo los otros mil perritos
hacían lo mismo con él. Comenzó a ladrarles, y los otros también hicieron lo
mismo ruidosamente. Cuando salió del cuarto, se dijo: «¡Qué lugar tan horrible!
Nunca regresaré». Ninguno de los perritos exploradores alcanzó a reparar en el
letrero instalado en el frente de la misteriosa mansión: «La casa de los mil
espejos».
Antes de andar con un detector de
manipuladores, detecta por qué eres un blanco para ellos. Esto nos lleva a las
causas que provocan que te manipulen.
Tomado del libro Libre de la
Manipulación, ©2014 por Carlos Mraida (ISBN:978-0-8297-6316-4). Usado con
permiso de Editorial Vida.
Fuente.- http://lidervision.com/portal/por-tema/consejeria/causas-por-las-cuales-alguien-manipula/?utm_source=hccp&utm_medium=email&utm_campaign=ES-LI%20-%20Main%20Newsletter%20(2015-02-11)%20(1)&utm_content=
Editor: Teólogo-Ingeniero Informatico: Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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