Francisco canonizará el domingo a
Juan XXIII y Juan Pablo II, ante la presencia de
Benedicto XVI
FOTOGALERÍA Canonización doble en
el Vaticano
A la fiesta, desde el punto de
vista religioso, no se le puede pedir más. Un papa, Francisco, canonizará el
domingo a otros dos, Juan XXIII y Juan Pablo II, ante la presencia –aún no
confirmada pero prácticamente segura– de un cuarto, el papa emérito Benedicto
XVI. De ahí que no sea extraño que Roma, ya de por sí repleta de turistas en
esta época del año, se encuentre abarrotada por cientos de miles de peregrinos
de todo el mundo –se habla de un millón– dispuestos a ser testigos directos de
una jornada histórica para la Iglesia católica.
Por si no fuera suficiente, al
“día de los dos papas” –así lo ha bautizado la prensa italiana–, tampoco le
falta su ingrediente de polémica. Durante las últimas horas, tanto el Vaticano
como algunas congregaciones religiosas muy cercanas a Juan Pablo II se han
esforzado por organizar encuentros informativos con algunos de sus más
estrechos colaboradores. Todos, desde su secretario personal al postulador de
su causa de santidad, pasando por su portavoz o el jefe del equipo médico que
lo atendió en su calvario de los últimos años, han destacado lógicamente su
gran capacidad de trabajo, la presencia constante de la oración en su vida o su
gran sentido del humor incluso en los momentos últimos de la enfermedad. Pero
también casi todos, en uno u otro momento, han tenido que contestar a la
pregunta que, como una nube negra, ensombrece la fiesta: ¿Hasta qué punto Juan
Pablo II supo y permitió –o al menos no combatió con la suficiente
determinación– el problema de la pederastia en general y de los abusos de
Marcial Maciel en particular?
El portavoz de Juan Pablo II admitió que este “no comprendió” el
alcance de la pederastia
El español Joaquín Navarro Valls,
portavoz durante 22 de los 26 años que duró el pontificado de Wojtyla, admitió
que al principio Juan Pablo II “no comprendió” el alcance del problema, “porque
para la pureza de su pensamiento aceptar esa realidad era imposible, era
increíble, pero a medida que fue creciendo se preocupó mucho y envió a
[Charles] Scicluna [entonces promotor de justicia de la Congregación para la
Doctrina de la Fe] a que investigara”. Navarro Valls añadió que, “por tanto,
las investigaciones comenzaron durante el pontificado de Juan Pablo II, pero
comprobar un caso de esas dimensiones tomó tiempo y cuando los resultados
llegaron a Roma, ya el Papa había fallecido”. No obstante, y a pesar de la
campaña mediática centrada fundamentalmente en Wojtyla –Juan XXIII, sobre el
que no existe ninguna duda sobre su bondad, parece el pariente pobre de la
celebración–, el runrún permanece y convoca el recuerdo de quienes, como el
cardenal Carlo Maria Martini, siempre dudaron de la conveniencia de elevar a
Juan Pablo II a los altares.
Pero Wojtyla no solo será
proclamado santo, sino que lo será en un tiempo récord debido a que su sucesor,
Joseph Ratzinger, ordenó al mes siguiente de ser elegido que el proceso se
iniciara de forma inmediata, saltándose la norma de esperar cinco años tras la
muerte. De ahí que la memoria tan reciente del papa mediático y viajero –de los
27 años de su pontificado pasó dos (exactamente 822 días) visitando 129 países–
haya convocado a Roma no solo a cientos de miles de fieles, sino también a un
buen número de jefes de Estado, entre los que se incluye al rey Juan Carlos,
quien aprovechará su visita a Roma, donde nació, para visitar el sábado al
presidente de la República, Giorgio Napolitano, y ser recibido, el lunes por la
mañana, por el papa Francisco.
Editor: Teólogo-Ingeniero Informatico: Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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