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domingo, 28 de abril de 2013

Opinión: Dos casos patéticos


      Por: JOSE ISIDRO CORDERO



El acto de la convivencia en el medio social excluye formas de actuación donde la prepotencia, la opresión y la represión pretendan papel protagónico. Una condición necesaria para que la convivencia produzca resultados conforme a las aspiraciones y expectativas de los seres humanos, es transitar el camino de la paz; pero estaríamos equivocados si pensáramos y asumiéramos que la paz es una condición proveniente de instancias extrahumanas, dicho de otro modo, caída del cielo por mandato divino. No, la paz es una realidad social intrínseca a la conducta humana, se construye a partir de una disposición, bien intencionada, de aceptarse uno a otros como seres diversos en el pensamiento y en la acción que tienen imperativo de unificar esfuerzos en un solo propósito: vivir dignamente.

Desde luego, el alma humana es una insondable zona psíquica agitada por la ambición, que es la consejera más incisiva y pertinaz en la tarea de hacer prevalecer la maldad; para mitigar esa agitada ambición, el propio ser humano se ha dado dos instrumentos: la educación y el trabajo, ambos le dan templanza para no sucumbir ante las consejas de la ambición que se solaza incitando a la concupiscencia del poder.

Por ello, es pertinente lo que en su libro: Transformación de la Sociedad, nos dice el filósofo Hendrik Bussiek, que: “Sólo a través de la ligazón orgánica del aprender y el trabajar, de la reflexión, la crítica en la acción personal, podrá desarrollarse la fructífera tensión como dialéctica de la teoría y la praxis, y el hombre y el hombre aprenderá a concebir su hacer y su pensar como unidad…donde pueda trabajar con gusto con éxito por el bien de todos”. Aterrizando, poniendo pies en tierra, vemos que en la actualidad nuestro país vive una convulsa situación que sobresale en lo político, pero que trastoca y pone a tambalear a todo el entramado de la estructura social. Unos hombres que, por la demostración que vienen dando, estuvieron y están aún ausentes de las fuentes de una educación con contenido adecuado a las exigencias de la formación de una personalidad dispuesta para el liderazgo en la conducción social.

El patético caso del señor Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional y concebido como bella joya de los pesuvecos, asume, con la más atorrante idea, de que ese foro, centro por excelencia de la discusión, síntesis del pensamiento y voluntad nacional, expresión aproximada a la diversidad de criterios en función del bien común, no es tal, sino un reducto cuartelarlo donde se debe imponer a raja tablas los caprichos de la fuerza en menos cabo de la razón. Idéntica actitud encontramos en el señor Nicolás Maduro, anda en misión de darle un nuevo sustantivo: madurismo, a lo que quedó de las huestes del finado; apartando epítetos que ya le han indilgado, parece que, sin sopesar las consecuencias, se vanagloria de haber engañado a la opinión internacional, en aquello de haber dado seguridad de que se procedería a una exhaustiva auditoría de las incidencias electorales para confirmar o no los resultados emitidos por el CNE y negarse al hecho después de lograr el objetivo del reconocimiento de mandatarios de países amigos a su envestidura de Presidente de la República; es decir, el craso error de creer que el respeto internacional y la democracia se pueden chanchullar y que la convivencia social debe quedar en el plano del deseo.


BRISAS SUAVES

LA APARIENCIA ENGAÑA. Los pesuvecos hacen un esfuerzo por volcar sobre la opinión pública nacional la creencia de que, en sus relaciones internas como organización política, todo marcha por el riel del inalterable compañerismo, que todo dentro ellos es buena vibra. Sabemos de fuentes bien nutridas en datos comprobables, que el inconformismo y el descontento están haciendo de las suyas. Que adentro hay una intensa pelea a cuchillo. Por otra parte, cosa a la que le resto grados de credibilidad, me informan que esa cacaraqueada unidad en los mandos de la FANB es una entelequia; que el Fuerte Tiuna, centro de convergencia de las opiniones de los hombres de arma, es una olla en ebullición que en cualquier momento la presión podría hacer explotar. ¡Ayy, amigos!...



LA IMPUGNACIÓN de las elecciones a la que recurrirá la oposición, a mi corto saber y entender, es el estado ideal al que quiere ir el oficialismo, por eso se opone rotundamente a la realización de auditoría. La impugnación debe hacerse ante el órgano jurisdiccional competente: el Tribunal Supremo de Justicia. Por la relación histórica del comportamiento de ese cuerpo judicial, se presiente el resultado. ¿Cuántos de los casos llevados al TSJ por sectores de la oposición, en sentido de corregir malas prácticas del Gobierno, durante los últimos 10 años, han logrado sentencia favorable? Ninguno. Sin embargo, hay que ir a esa instancia a formalizar la denuncia para evitar escusas…



ME COMPLACE MUCHO, como beneficiario habitual que soy del servicio que allí prestan, que la Oficina de Catastro de la Alcaldía del municipio Sucre (Cumaná) esté dando visos de eficacia. Catastro es una oficina de gran impacto en la solución de problemas urbanos que atañen directamente a las personas; hasta hace poco, cuando a alguien le anunciaban que debía gestionar en Catastro del municipio Sucre, entraba en pánico por la ociosidad de la burocracia en demorar los procesos, ahora las cosas van cambiando, los resultados se ven inmediatamente. Por ese dinamismo, quiero felicitar a los trabajadores de ese Despacho en las personas del dibujante Darwins Rivas y de los inspectores Oscar Ontiveros y John Arias, bastante cordiales y eficientes…

TEGAN LA SEGURIDAD de que todo saldrá bien, de que la VERDAD prevalecerá y habrá alegría…

USTED VOLVERA a leerme.

Editor: Teólogo-Informático Roberto RomeroPrensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/

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