Editor. Roberto R |
Muchos Cajigalenses se
acostumbran a no percibir el deterioro permanente de su entorno. Se observa la
falta de mantenimiento sin percatarse de la gravedad. Se genera una suerte de
inercia en la que se convive con un hábitat maltratado sin que ello genere
angustia al ciudadano afectado. La mayoría de los turistas extranjeros, estudiantes,
transeúntes, especialmente los que nos visitan de otras metrópolis, notan con
facilidad y asombro el estado de abandono en que se encuentran nuestro
Municipio Cajigal.
Cajigal es un desastre. Su servicio en general deja
mucho que desear y aquella que en otros tiempos fue admirada hoy forma parte de
un Estado que pareciera que recién se recupera de una guerra. Este retroceso
evidente en nuestro pueblo y campos se debe a varias razones. Falta de
mantenimiento, la más obvia. Deterioro por el pasar de los años. Descuido e
improvisación, y sobre todo, por la falta de planificación, que convierte la
mayoría de los servicios.
Pensemos en el botadero de basura
ubicado en el sector el cobao de la parroquia Libertad, que se está convirtiendo
en un foco de transmisión de enfermedades respiratorias y olores nauseabundos,
la falta del liquido vital como lo es la distribución del agua en la población Yaguaraparense solo
recibe 3 horas diarias del vital liquido sin tratamiento y ya tenemos más de 10
años con esta regulación a pesar de la millonada invertida para mejorar los acueductos
del municipio, la falta de distribución de gas, la gente tiene que andar detrás
de los distribuidores camioneros porque ya no se consigue en los lugares de venta, no olvidemos la falta de las
instalaciones para el terminar de pasajeros el cual se ha ido en pura promesas,
apagones a diarios que afectan todo los aparatos erétricos de nuestros Hogares.
Lo más lamentable es que
alrededor de tanto deterioro y desidia los Cajigalenses vivimos entre basura. En pocas ciudades de Venezuela
se ve tanto desecho acumulado, tanto
escombro y falta de limpieza y mantenimiento de los servicios vitales de la población.
Algunos esfuerzos tímidos se hacen en el municipio, pero en general y sin
excepción, nuestro entorno es deprimente y lamentable. Para suma de esta
realidad, nos encontramos con el más triste de los expedientes, el uso de la
basura como arma de la política.
Es vergonzante lo que se ha
permitido que pase en Cajigal, unos de los pueblos, donde sus servicios son deprimentes,
y abarrotado de basura para desprestigiar a un alcalde y candidato a gobernador.
Cada vez que se acercan las
elecciones se sabotea la gestión de recolección de basura y la distribución del
vital liquido. Lo más dramático es que se llega hasta a generar caos con los
desechos acumulados para dar la sensación de incompetencia del alcalde y su
política de aseo urbano.
Regar la basura en la vía publica
y quemar y ensuciar todavía más nuestras comunidades para obtener dividendos
políticos es, sin duda, una manera poco ética de actuar en política. Se atenta
contra la salud de la colectividad y la calidad de vida. Hay que tener basura
en la cabeza para proceder de esa manera. Señores políticos del Municipio ya
basta de ese basurero que baja nuestra autoestima como pueblo.
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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