Vanessa Barford y Nomia Iqbal
Los jóvenes tienen cada vez más acceso a imágenes sexuales y
pornográficas.
Muchos adolescentes
miran pornografía. Ocurrió en el pasado, sucede en el presente y seguirá
pasando en el futuro. Pero ¿este material les da una visión distorsionada sobre
las relaciones sexuales? ¿Hay algo que se pueda hacer al respecto?
Para muchos padres, la idea de que sus hijos observan o
están expuestos a pornografía en internet es una pesadilla.
Pero con el acceso a la tecnología y la proliferación de
teléfonos inteligentes, tabletas u otros dispositivos, son muchos que han
decidido mirar hacia al lado y aceptar lo inevitable.
No hay una estadística clara sobre cuántos jóvenes acceden a
pornografía en la red, o qué frecuente lo hacen.
En 2011, un estudio impulsado por la Unión Europea reveló
que un cuarto de los niños y adolescentes entre 9 y 16 años de edad han visto
imágenes sexuales y sólo un 11% lo ha hecho en páginas web.
La cifra aumenta a medida que van creciendo y un tercio de
los jóvenes de 16 a 18 años han visto fotos sexuales en sus celulares en la
escuela, varias veces al mes.
Objeto de estudio
La Asociación Nacional de Directores de Colegios en Reino
Unido está haciendo un llamado para que los niños sean enseñados, "de una
forma apropiada a su edad", sobre el impacto de la pornografía como parte
del programa de estudios nacional. Así, desde los 10 años, los niños podrán
aprender sobre la seguridad en internet y serán prevenidos sobre el contenido,
mientras que los adolescentes tendrán una explicación más detallada.
"Los niños están creciendo en un mundo claramente sexualizado
y parte de ello se debe al fácil acceso que tienen a pornografía en internet.
Ellos necesitan la habilidad para lidiar con eso", advirtió el asesor de
la policía Sion Humphreys.
Lo que más preocupa es que los jóvenes conducirán sus vidas
personales, y en especial sus vidas sexuales de adultos, de acuerdo a lo que
ellos han visto. En otras palabras, que la pornografía no muestra un sexo
normal.
Cindy Gallop, una ejecutiva de la industria de la publicidad
que se convirtió en una empresaria de la web, creó una página en la que compara
el sexo en el "mundo pornográfico" con el "mundo real".
Gallop, quien habló sobre este tema en la conferencia TED en
2009, se refirió a que la "omnipresencia, la libertad de acceso a la
pornografía online, combinado con la renuencia de la sociedad de hablar de
sexo", ha derivado en que "el porno se ha convertido en la educación
sexual por defecto".
Algunos analistas han resaltado como la apariencia y el
estilo del mundo de la pornografía se ha popularizado, como sucede con "el
estilo brasileño de depilación, que ahora considerado normal por muchos en
Estados Unidos y en el Reino Unido".
Un informe del Ministerio del Interior del Reino Unido en
2010 advirtió sobre la lenta, pero constante exposición de los jóvenes a
imágenes sexuales, incluyendo pornografía, lo que distorsiona su percepción
sobre ellos mismos, alentando a los hombres a ser más machistas y dominantes y
a las mujeres a mostrarse más "permisivas y disponibles".
Puntos de vista
Rebecca, de 17 años, dice que la pornografía le cambia las
expectativas a los chicos de cómo deben lucir las chicas. "Pelo largo,
grandes tetas, culo grande. Si yo tuviera el pelo corto, los chicos
preguntarían ¿por qué el pelo corto? Deberías dejarlo crecer".
Una experiencia similar fue la de Karen, de 20 años. Ella
cuenta que cuando 16 años, su novio y sus amigos veían pornografía en internet
"como si fuera un pasatiempo". Ella dice que su novio solía verlo
delante de ella, copiando lo que veía.
"Pensé que había algo malo en mí por no
disfrutarlo", dice ella.
Una encuesta de personas entre 16-24 años de edad, llevada a
cabo por la Universidad de Plymouth y el Centro por un Internet más Seguro en
el Reino Unido encontró que uno de cada tres admitió que la pornografía había
afectado sus relaciones.
Pero encontrar una prueba concluyente sobre el cambio que
produce en el comportamiento sexual entre los adolescentes es difícil de
conseguir.
Por el momento, la enseñanza sobre el sexo y las relaciones
no es obligatoria en Inglaterra, a diferencia de otras partes del Reino Unido,
aunque forma parte del programa de estudios nacional.
Las escuelas secundarias dan clases de biología, pero
depende de cada una de ellas como imparten la parte del sexo y los padres
tienen el derecho de retirar a sus hijos de cualquier educación
sexual.
Muchos padres han aceptado el inevitable acceso de sus hijos
a internet.
Hodge Leonie, de la organización de caridad Family Lives, ha
enseñado a más de 7.000 estudiantes sobre el tema. Leonie es una firme creyente
de que los niños tienen que aprender la diferencia entre la pornografía y la
realidad y que ya no es pertinente hablar nada más de "cómo se hace un bebé".
"Los adolescentes son bombardeados con pornografía
desde una edad temprana y no pueden escapar de ella. Es condescendiente
pretender que ellos no puede hacer frente a las clases porque claro que
pueden."
Sin embargo, la Unión Nacional de Profesores considera que
las clases sobre pornografía es un paso demasiado grande y que sólo se debe
hablar si el estudiante lo pide.
Pero, además de enseñar a los niños sobre el impacto de la
pornografía, Gallop piensa que también que los padres deben tener un diálogo
más abierto con sus hijos.
"La clave es no avergonzarse o decir algo así como 'las
chicas buenas no hacen eso', y no importa si el niño no quiere escuchar, lo
crucial es mantener la línea de comunicación abierta", dice ella.
Siobhan Freegard, co-fundadora de Netmums, una página dedica
al cuidado de los hijos, dice que el tema de la pornografía en internet aparece
regularmente en los foros, y hay una creencia generalizada entre las madres que
proteger a sus hijos de ella, o educarlos al respecto, es responsabilidad de
los padres.
"Puede ser un campo minado ya que muchos no saben qué
hacer ni qué decir. Por ejemplo, una madre soltera tal vez tenga problemas con
hijos adolescentes, mientras un padre soltero no sabría cómo abordar el tema
con su hija. En hogares muy tradicionales podría, sencillamente, no hablarse
del tema".
"La solución ideal sería que las escuelas y los padres
para trabajen juntos", es su conclusión.
FUENTE. BBC
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
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