SALUD CERVEZA
Un estudio del Centro de Investigación Cardiovascular ha
demostrado que el consumo moderado de cerveza, con y sin alcohol, mejora la
función cardíaca y la recuperación de un paciente después de sufrir un infarto.
El Colegio de Farmacéuticos de Granada ha acogido la
presentación del estudio dirigido por la doctora Gemma Vilahur, investigadora
del Centro de Investigación Cardiovascular (CSIC-ICC), y que ya se ha publicado
en la revista ”Basic Research in
Cardiology”.
Vilahur ha detallado que la cerveza ofrece, siempre con un
consumo moderado, un efecto cardioprotector que representa defensas para el
paciente con problemas de corazón y agiliza su recuperación tras sufrir un infarto
de miocardio.
El estudio se ha
desarrollado con tres grupos de animales que, durante diez días, tomaron
cerveza, cerveza sin alcohol y un grupo de control que no ingirió esta bebida.
“Después de estos diez días, se les indujo un infarto para
ver cómo reaccionaban. Los animales que tomaron cerveza tuvieron menos
arritmias, menos complicaciones y una mayor capacidad de recuperación de su
función cardiaca”, ha destacado la responsable del estudio.
Los animales que incluyeron en su dieta la cerveza las tres
semanas posteriores al infarto sufrieron un menor estrés oxidativo y un
porcentaje inferior de muerte celular, además de una mejor reparación de las
cicatrices que provoca el infarto en el corazón.
La investigación ha subrayado que el consumo moderado de
alcohol, entre una y tres cañas al día para humanos y siempre acompañadas de
comida, está asociado a un menor riesgo de infarto de miocardio en población de
riesgo y pacientes con enfermedades coronarias.
“La ingesta de cerveza sin alcohol también es beneficiosa,
aunque con resultados algo inferiores a los obtenidos con pacientes que tomaron
cerveza con alcohol”, ha detallado Vilahur.
El estudio ha demostrado además que la cicatriz provocada
por el infarto se reduce en los animales que tomaron cerveza y que, en una
dieta con altos niveles de colesterol, su consumo moderado aumenta el
colesterol bueno (HDL) frente al malo y aumenta su calidad, lo que beneficia a
la revascularización de la arteria dañada durante el infarto.
La investigación, también del Centro de Información Cerveza
y Salud (CICS), ha incidido en que los animales que tomaron cerveza no
aumentaron de peso, ya que una caña tiene 90 kilocalorías frente a las 124 de
la misma cantidad de leche entera.
Fuente.
EFEfuturo.
Editor: Teólogo-Informático Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
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