(CNN) — Ante la proximidad de la
Pascua y el gran estreno de la película "Hijo de Dios", vas a oír
mucho sobre Jesús en estos días.
Podrías oír sobre revelaciones de
nuevos libros que pretenden contar la "verdadera historia" de Jesús,
las opiniones de amigos que han descubierto un "secreto" en la Web
sobre el hijo de Dios y los argumentos herméticos de los compañeros de trabajo
que pueden demostrar que él nunca existió.
Ten cuidado con muchas de estas
revelaciones, muchas se basan en puras especulaciones e ilusiones. Mucho de lo
que sabemos sobre Jesús ha sido conocido durante los últimos 2.000 años.
Aún así, incluso para un
cristiano devoto existen sorpresas que se encuentran ocultas en los Evangelios
y gracias a los avances de la investigación histórica y descubrimientos
arqueológicos, se sabe más sobre su vida y su época.
Con esto en mente, aquí hay cinco
cosas que probablemente no sabías sobre Jesús.
1) Jesús vino de una pequeña
ciudad de un lugar cualquiera
Casi todos los arqueólogos de hoy
en día están de acuerdo en que la ciudad de Nazaret tenía solo de 200 a 400
personas. El pueblo de Jesús no se menciona en ninguna parte del Antiguo
Testamento ni del Talmud, el cual toma nota de docenas de otros pueblos de la
zona.
De hecho, en el Nuevo Testamento
es literalmente una broma.
En el Evangelio de Juan, cuando
un hombre llamado Natanael oye que el mesías es "Jesús de Nazaret",
se pregunta: "¿Puede salir algo bueno de Nazaret?" Está tratando sin
respeto al pueblo despreciable y apartado de Jesús.
2) Jesús probablemente no lo
sabía todo
Esta es una pregunta teológica
controvertida. Si Jesús es divino, ¿no tendría que saber todas las cosas? (De
hecho, en varias ocasiones Jesús predice su muerte y resurrección).
Por otro lado, si él tenía una
conciencia humana, él necesitaba que le enseñaran antes que supiera las cosas.
El Evangelio de Lucas dice que cuando Jesús era un hombre joven él
"progresaba" en sabiduría. Eso significa que él aprendió cosas. (De
lo contrario ¿cómo iba a "progresar"?)
En el Evangelio de Marcos, Jesús
inicialmente se niega a sanar a la hija de una mujer no judía, diciendo con
cierta brusquedad: "No es justo tomar el pan de los hijos y echarlo a los
perrillos".
Pero cuando ella responde que
hasta los perros comen de las migajas de la mesa, Jesús se ablanda y cura a su
hija. Él parece estar aprendiendo que su ministerio se extiende más allá del
pueblo judío.
3) Jesús fue duro
Desde los 12 años hasta los 30,
Jesús trabajó en Nazaret como carpintero. "¿No es éste el
carpintero?", dicen las multitudes asombradas cuando comienza a predicar.
La palabra que se usaba para la
profesión de Jesús en el griego original es tekton. La traducción tradicional
es "carpintero". Pero la mayoría de los académicos contemporáneos
dicen que es más parecido a un artesano corriente y algunos incluso lo traducen
como "jornalero".
Un tekton podría haber hecho
puertas, mesas, bases para lámparas y arados. Pero probablemente también
construyó paredes de piedra y ayudó con la construcción de viviendas.
Era un trabajo duro que
conllevaba acarrear herramientas, madera y piedras por toda Galilea. Jesús no
llega simplemente al escenario mundial después de ver un trozo de madera con
añoranza cuando estaba de humor. Durante 18 años, trabajó y trabajó duro.
4) Jesús necesitaba "tiempo
para sí"
El evangelio frecuentemente habla
sobre la necesidad que Jesús tenía de "alejarse" de las multitudes y
hasta de sus discípulos.
Hoy en el Mar de Galilea, donde
Jesús llevó a cabo gran parte de su ministerio, puedes ver lo cerca que estaban
las ciudades y cuan natural debió haber sido para las multitudes entusiastas
"presionarlo", como los Evangelios lo describen.
Incluso hay una cueva en la
costa, no muy lejos de Cafarnaúm, su base de operaciones, donde pudo haber
orado.
Se llama la cueva
"Eremos", de la palabra usada para "desolado" o
"solitario", de la cual obtenemos la palabra "ermitaño".
Aunque Jesús era el hijo de Dios, él necesitaba tiempo a solas para rezarle al
Padre.
5) Jesús no quería morir
A medida que se acercaba a su
muerte y rezaba mucho en el jardín de Getsemaní, Jesús dice, "Pasa de mí
esta copa". Es una oración contundente dirigida al padre, a quién el
cariñosamente llamaba Abba. Él no quiere morir.
A diferencia de la forma en que
algunos cristianos retratan a Jesús como de estar cortejando a la muerte, e
incluso desearla, como cualquier ser humano, la idea de la muerte es
aterradora. "Mi alma está muy triste hasta la muerte", dice.
En otras palabras, "Estoy
tan triste que siento como que me voy a morir". Pero una vez Jesús se da
cuenta que esta es de alguna manera la voluntad del padre, él acepta morir,
incluso en una cruz.
Es natural querer saber todo lo
que podamos sobre Jesús; esa es una de las razones por las que escribí mi nuevo
libro. Pero tengan cuidado de las más extravagantes afirmaciones acerca del
hijo de Dios (que tuvo hijos, que estuvo casado con María Magdalena, que estuvo
algún tiempo en India y así sucesivamente).
Muchas de estas afirmaciones
tienden a proyectar nuestros propios deseos en un hombre que siempre seguirá
siendo un tanto evasivo, difícil de entender completamente e imposible de
precisar.
Al final, como les gusta decir a
los teólogos, Jesús no es tanto un problema que hay que resolver, sino un
misterio digno de ser admirado.
El reverendo James Martin es un
sacerdote jesuita, editor de una revista americana y autor del nuevo libro
"Jesús, una peregrinación" (Harper One).
Opinión del reverendo James
Martin, especial para CNN
Editor: Teólogo-Ingeniero Informatico: Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/