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Subyacente en la muy común expresión: “El trabajo dignifica al ser humano”, está la portentosa verdad de que la humanidad ha avanzado hacia niveles superiores de civilización gracias al trabajo, a la expresión de esa voluntad que permite al hombre el fruto para su manutención y acumular excedentes en previsión de vida mejor. Por supuesto, esa voluntad encarna a la fuerza de trabajo, ya sea ésta intelectual o física, que es lo mismo a decir, establece un desgaste en la integridad corporal d la persona que necesita ser restituido mediante la alimentación y el cuido orgánico. Lograr que esa restitución se produzca adecuadamente, es la esencia del principio de respeto a la dignidad de la persona humana.
Desde esa perspectiva, impedir que cada entrega de fuerza de trabajo se reponga satisfactoriamente es atentar contra uno de los mandatos más preciso dado por el Ordenador Universal de la existencia: “Desde ahora, irás y comerás el pan ganado con el sudor de tu frente”. Mandato que no contiene cláusula de excepción, incluye a todos; por tanto, desobedecerlo es ir contra uno mismo, es ir contra natura.
En esa dimensión, en la cual el trabajo viene a ser consustancial con el ser humano, deja de tener cabida cualquier pretensión de normar su relación bajo testamento ideológico o mediante imposición de doctrinas indignantes y potenciadoras de privilegios. En su complejidad, la sociedad se organiza y establece mecanismos para la protección del más débil, por ello se admite que el órgano rector de la sociedad; el Estado, intervenga en la conformación de un marco legal que equilibre las relaciones contractuales del trabajo. Pero al Estado no le está concedida la licencia de imprimirle tendencia ideológica a tales relaciones, sólo la de garantizar que la fuerza de trabajo consiga el objetivo de restituirse dignamente.
Comienza a hablarse en nuestro país de la necesidad de revisar la Ley del Trabajo; es decir, del instrumento legal y jurídico que rige las relaciones contractuales del trabajo. Agentes del Gobierno, una de las instituciones del Estado, ya comienzan a manifestar sus inclinaciones a ponerle tinte ideológico a la nueva Ley que pueda surgir –ojalá sea de una amplia consulta nacional que involucre a todos los sectores- para concebirla bajo un único marco de pensamiento. Hablan de que el nuevo instrumento legal tendrá que ser una Ley “socialista”. Por ese sendero ya vienen las trabas. La nueva Ley del Trabajo debería ser “humanista”, concepto que abraca en mayor profundidad y contenido a toda la gama de posiciones que se mezclan en la estructura de nuestra sociedad y va más en consonancia con el respeto a la dignidad humana.
BRISAS SUAVES
SEGÚN COMENTARIOSque llegan por distintos caminos, truena mucho a lo interno de la Fuerza Armada Nacional, motivado al problema de salud que presenta el Presidente de la República. Es anegadiza, llena todos los espacios, la información de que hace pocos días hubo en uno de los sótano del fuerte Tiuna un cónclave, de lo más granado del estamento militar que pone por encima de la obediencia a la Constitución de la República su adhesión al Presidente Chávez. Se dice que en esa magna reunión; por supuesto, sin la presencia de Chávez, un militar de rango elevado preguntó: “¿Qué tan grave es la enfermedad del señor Presidente?” La respuesta le vino del que ostenta la máxima jerarquía: “Muy, pero my grave. Por eso estamos aquí”. En afirmación de los informantes, la conclusión de la reunión apunta a que hay que preparase para lo peor…
AGRADEZCO ALTAMENTE el obsequio que me envió, el director de orquesta y profesor de música, Gustavo Dudamel, quien cuenta entre sus alumnos a mi nieta Beatriz Adriana Moreno Cordero. Dicho obsequio es un libro autografiado a mi nombre por él y por el autor, el poeta y escritor José Pulido, intitulado: Gustavo Dudamel, la sinfonía del barrio, que recoge unas pinceladas de la prometedora vida musical de Dudamel, de quien el autor dice que es: “Héroe de sí mismo, promesa cumplida de una comunidad fascinada por la música, un modelo a seguir, una brújula hecha en Venezuela por el cariño”…
PODRIA SER la ruta adecuada a seguir en la pretensión de reinsertar a quien comete falta contra la sociedad, esa idea que pone en discusión la ministra para el área penitenciaria, Iris Valera, referida a proporcionar trabajo remunerado a los reclusos. En realidad, cuando un juez, actuando en nombre de la República y por autoridad de la Ley, impone pena de privación de libertad a una persona, generalmente no especifica a qué tipo de libertad se refiere, si a la libertad de comer, de pensar, de reír, de bañarse, de producir bienes para satisfacer necesidades; por tanto habría que aclarar si permitirle trabajar a una persona privada de libertad le está prohibido…
¡TAMPOCO ES QUE FUE aclamado como símbolo de la salvación universal! ¡No. no! Pero tres incursiones, en igual número de días consecutivos, hizo esta semana César Rincones, precandidato a la gobernación de Sucre, a las urbanizaciones Brasil, Cantarrana y La Llanada, donde encontró manifestaciones de alegría desbordante por su presencia. Mucha gente gritándole: “¡Usted es el hombre!”. Por cierto que las otroras expresiones de la gente con fotos de Chávez en una mano, el puño alzado en forma amenazante y gritando: “¡Salgan de aquí!”. desaparecieron de esos parajes…
ANOTEN ESTA en la libretica. Si, como ya se rumora, el Presidente Chávez, a comienzo del año próximo, reestructura su Gabinete Ejecutivo, la responsabilidad de Vicepresidente Ejecutivo de la República recaerá en Francisco Arias Cárdenas. Ya eso está decidido… USTED VOLVERA a leerme.
Editor: Teólogo–Informático: Roberto Romero
PRENSA DIGITAL NOTIC-VOZ "EL CAJIGALENCE" Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
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