Todos imitamos. Poquito o mucho.
De manera consciente o inconsciente todos somos influenciados por los modelos
de conducta que vemos a nuestros alrededor y en el caso de los líderes, por los
líderes de los que hemos aprendido, y por eso, es tan urgente que de manera
consciente y respetando nuestro diseño, nos propongamos imitar al mejor líder
de todos.
A gusto y disgusto de muchos,
Jesús ha liderado el proyecto de convivencia humana al menos de todo occidente
desde que caminó por las tierras palestinas. Ya comenzado el siglo 21, la
pretendida equidad entre mujeres, niños, inmigrantes, ancianos y minusválidos
que hoy sigue siendo reclamada por los militantes de los derechos humanos, hace
un nido perfecto en las enseñanzas del maestro nacido en Belén. Y por eso, al
menos los líderes cristianos, debemos definir y tener bien claro que Jesús debe
ser el modelo según el que evaluamos nuestro liderazgo.
Siempre vigente
Al margen de interpretaciones
teológicas y convicciones religiosas, no es posible argumentar en contra de que
el análisis de Jesús sigue siendo de urgente vigencia.
Jesús no solo se presentó a sí
mismo como un maestro de religión o modelo moral como intentan definirlo
algunos, ni tampoco solamente como salvador del mundo y verbo encarnado como
solemos destacar los cristianos. Jesús discutió legislación, economía,
nacionalismo e imperialismo, inmigración, sociología y liderazgo.
Al revisar con atención la
historia humana, un hallazgo se hace inesquivable y es que Jesús es inevitable.
Está en el calendario, en el génesis de la historia de Europa, en la
confluencia de religiones semitas, en las carabelas que cruzaron el atlántico
para descubrir el nuevo mundo, en los peregrinos que fundaron América del norte
y los jesuitas que acompañaban a los buscadores de oro en las selvas del cono
sur. Jesús sigue apareciendo en los discursos políticos y en los de los
artistas que reciben un Oscar o Grammy por sus películas o canciones. Su
persona da nombre a países y miles de ciudades. Jesús sigue siendo película y
obra de teatro de Broadway. Sigue siendo canción, industria, literatura y
pintura. Sigue estando en una taza de leche que recibe un huérfano, en la mano
que toca a un leproso en Calcuta y la persona que visita a un anciano sin
familia en un hospital público. Por buenas o malas interpretaciones, Jesús
sigue apareciendo en las contiendas deportivas, las bélicas y las familiares, y
los testimonios sobrenaturales de millones y millones de personas a través de
20 siglos.
Independientemente de creencias
religiosas, Jesús fue y sigue siendo el líder más influyente de la historia
humana y por eso desde la perspectiva del liderazgo es tan urgente, vigente y
relevante aprender todo lo que podamos de él. Nuestro modelo de líder. Él
modelo de modelos.
LiderVisión. Marzo, 2014.
Editor: Teólogo-Ingeniero Informatico: Roberto Romero
Prensa Digital Notic Voz el Cajigalense; Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela.
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