MÁS ALLÁ DE LA PROPAGANDA
JOSE ISIDRO CORDERO
Hemos hablado bastante sobre el tema de la vivienda en Venezuela, pero no lo suficiente como para ponerlo a un lado e iniciar otro. Quienes tenemos cierto bagaje de conocimiento sobre los procesos sociales sabemos que una de las preocupantes y angustiantes situaciones de los grupos humanos constituidos en familias, es la falta de vivienda, la no posesión de esa estructura que superior a la función de guarecer contra las inclemencias del tiempo y de ayudar a superar los embates del ambiente, viene a ser el ámbito donde toman cuerpo y se solidifican las condiciones psicológicas, éticas, culturales de la persona humana. La vivienda, en suma, es el centro gravitacional donde nacen y se fortalecen los afectos familiares que garantizan el dinamismo de la nación, en su seno brota el germen de la identidad nacional.
Por tal razón, todo contrato social pasa por establecer un compromiso de hacer efectivo el valor social de la vivienda. Compromiso cuyo cumplimiento es obligatorio para el ente rector de la sociedad: el Estado, que por órgano del gobierno debe llevar adelante planes para superar cualquier deficiencia en el objetivo de que todo grupo familiar tenga vivienda digna. En Venezuela, por décadas, los gobiernos han venido rezagados en el cumplimiento del compromiso de dotar a inmensas cantidad de familias de una vivienda digna que avale su calidad de vida. El gobierno nacional actual, en el entendido de que la deuda social en materia de construcción de viviendas es de alta factura ha diseñado un programa denominado “Misión Vivienda”, cuyo propósito es alcanzar, en un determina lapso de tiempo, la reducción del déficit habitacional. Los primeros pasos que está dando hacia tal logro hacen sentir que va hacia el mundo de la propaganda.
Hay motivos para pensar que estará por mucho tiempo sumido en ese mundo de la propaganda, porque construir viviendas para solucionar un problema social sostenido, reclama ir o avanzar más allá de la propaganda y establecerse metas alcanzables. De allí que una conocedora a profundidad del problema de la vivienda en Venezuela, la urbanista Adriana D’Elía, se atreva a decir (El Universal: 16-07-2011) que la traba más importante que tenemos los venezolanos para tener acceso a una vivienda que sustente la calidad de vida es la falta de suelo urbanizado. D’Elía fortalece su argumento estableciendo que “el problema no es construir viviendas, sino contar con un terreno seguro, que tenga todos los servicios de redes: acueductos, cloacas, drenajes, red eléctrica y otros servicios, que además esté conectado con la dinámica de una ciudad, de un centro poblado, que le permita a la familia tener acceso a empleo, educación y salud. En pocas palabras, a los servicios mínimos que lo acerquen a la modernidad”. Si nos adherimos a lo expresado por D’Elía, concluir que al gobierno le será imposible cumplir el compromiso proporcionar vivienda a las familias venezolanas, en el corto plazo, tiene asidero.
BRISAS SUAVES
ESTE SÁBADO PASADO estuve como invitado, en la ciudad de Barcelona, en un acto donde Eduardo Fernández, Director General del IFEDEC, presentó su propuesta para encausar a Venezuela por los senderos de un proceso de desarrollo sostenible, que denomina: “Venezuela 2013: La Explosión del Crecimiento”. El acto tuvo una masiva concurrencia, jamás imaginable en esta época en que el escepticismo y la duda desaniman la voluntad. La exposición de sus ideas la hizo Eduardo con una portentosa convicción, asumiendo que cinco áreas suman peso para hacer de Venezuela un país moderno: La industria petrolera, es sus aspecto de transformación de lo que extraemos del subsuelo; La inversión, surgida de sectores distintos al sector público; El Turismo, entendidos como la explotación industrial de los recursos naturales que poseemos; La agroindustria, concebida mediante el esfuerzo agropecuario en nuestras tierras agrícolas y El reimpulso de la industrias básicas de Guayana; todo ellos sostenido sobre un sólido programa de educación de alta calidad. Si el pueblo venezolano presta atención a este aporte, podemos decir que: ¡Hay futuro!...
MUY LOABLE el trabajo pastoral de integración comunitaria que viene haciendo el sacerdote Alexander Castro en la parroquia eclesiástica Virgen de Chiquinquirá que integran las urbanizaciones: Cumaná II, Fe y Alegría Superbloques, Bolivariano y Cascajal de Cumaná. Lo bello del trabajo que adelanta el sacerdote Alexander es que ha logrado una masiva participación de los feligreses en la gestión de construcción del templo parroquial. Felicitaciones…
UNA DEUDA por saldar. Me contó el profesor Ramón Yéguëz que el Día del Comunicador Social, a mi amigo, el periodista Jesús Antón Medina (Pichí), le fue asignada la tarea de decir el Discurso de Orden en el Consejo Legislativo Regional y que dicho discurso fue una sustancial pieza oratoria con una dosis exacta de reminiscencia de lo que ha sido la actividad periodística en la tierra sucrense. Pichí merecía ese honor…
SEGÚN MIS CARAQUEÑOS informantes, la decisión de volver a Cuba y rechazar la oferta de Brasil, la tomó nuestro Presidente después de una conversación con Fidel Castro, quién, supuestamente, se enojó y le exigió, en forma enérgica, que regresara a La Habana a seguir curándose. Dudo mucho que nuestro Presidente le dijera “No, gracias2, a Lula, bajo esa condición de obediencia… USTED VOLVERA a leerme.
Editor: Teólogo–Informático: Roberto Romero PRENSA DIGITAL NOTIC-VOZ "EL CAJIGALENCE" Yaguaraparo, Municipio Cajigal, Estado Sucre, Venezuela. Dirección Internet: http://robertoromeropereira.blogspot.com/
